Ana Rosa Quintana es una de las grandes reinas de la televisión española, pero su reinado empieza a sufrir los estragos de un programa que no termina de enganchar a los espectadores en las tardes de Telecinco.
En las mañanas, la presentadora se sentía como pez en el agua, hablaba de política mostrando claramente su inclinación a la derecha sin tapujos y con mucho orgullo. Conseguía exclusivas, tenía colaboradores de élite y debates que interesaban a todos los públicos.
Con TardeAR todo lo anterior ya es cosa del pasado. El nuevo programa de Ana Rosa lleva en emisión medio año y la cadena empieza a ponerse nerviosa. La diva de las mañanas no consigue, ni de lejos, las cifras que cosechó con El programa de AR y cada día le resulta más complicado hacer frente al gigante de Antena 3 con Sonsoles Ónega a los mandos.
TardeAR es insípido, carece de personalidad y destaca por temáticas casposas y comentarios desafortunados de presentadora y colaboradores. Todos los programas de Unicorni (incluyendo a Joaquín Prat con Vamos a ver o Emma García con Fiesta) están de capa caía. Solo TardeAR ha ido cayendo hasta bajar a un tristísimo 9,5% de share, cerrando su segundo trimestre con pésimos resultados.
"Sálvame era la plataforma ideal para debatir sobre los realities de Telecinco, lo que les otorgaba uno impulso adicional. Sin embargo, su sucesor en las tardes de la cadena, TardeAR, no logra proporcionarles ese mismo impulso. Ahora la reina es Sonsoles Ónega, no Ana Rosa Quintana", decía el exdirectivo de Mediaset Baldomero Toscano durante una entrevista en un conocido podcast.
Ana Rosa aunque pierda, siempre gana
La cuenta de Instagram 'Algopasatv' ha publicado unas interesantes declaraciones de Ana Rosa en las que la presentadora resta importancia a la bajada de audiencias, asegurando que les va bien y que su meta de cara al futuro es seguir innovando en un formato que todavía está en pañales.
"La cadena está encantada y nosotras también, porque hay que valorar lo que tenemos enfrente: telenovelas y ausencia de publicidad". Con estas palabras, Quintana confiesa su mayor miedo: que las ficciones otomanas le roben el protagonista que ha ido ganando a pulso durante décadas.

Por un lado, no miente cuando dice que parte del problema de la baja audiencia de TardeAR tiene que ver con la publicidad. Ni corta ni perezosa, la madrileña afirma que "el programa que es más parecido al nuestro en temática, Y ahora Sonsoles, va sin publicidad. Nosotras llevamos una media de 30 minutos de publicidad frente a dos cadenas que van sin publi".
Esto es un problema, ver cualquier programa de Telecinco y que te metan más anuncios que programa solo empeorará los datos a corto y largo plazo. La infinita publicidad que nos comemos por parte de Mediaset nos incita a cambiar de canal, a pasarnos a las plataformas o lo que es peor para Telecinco, a mudarnos a la competencia.
20 minutos he aguantado viendo #TardeAR (desde el móvil y con bloqueador de anuncios). Empiezan con un discurso aburrido y hablando del mismo tema de siempre. Suficiente para perder la curiosidad y quitarlo.
— Xįsco (Z-A era) (@Xisco_72) September 18, 2023
Me quedo con Sonsoles que mucho mejor que ese bochorno será #YAS18Sep pic.twitter.com/V2v7J7JUZn
Ana Rosa se queja de que hay otros magines como Y ahora Sonsoles que no tienen apenas publicidad, mientras se jacta hablando de ganancias: "Facturamos en torno a 30 millones de euros anuales y tenemos más de 600 personas en plantilla. Tenemos una estructura pequeña de productora flexible. Un núcleo pequeño, muy profesional y muy bien pagado".
A Ana Rosa Quintana le parece una vergüenza que se gaste dinero en traductores en el congreso, ella es más de pagar comisiones a Villarejo para extorsiones que puedan favorecer a su marido. #TardeAR
— Tula (@TulaTulimonguer) September 19, 2023
Borja Semper, Gabriel Rufián los de vox, Cayetana, Junqueras, Iceta. pic.twitter.com/WEml3fbxOi
Facturando 30 millones de euros al año no es de extrañar que hable de lo bien pagados que están los sueldos en su productora, especialmente el suyo porque si nos remontamos a diciembre de 2023, Antonio Hidalgo, uno de sus colaboradores, aseguraba que "yo cobro aquí por intervención de minutos y no llego a final de mes". Unas palabras que Quintana corroboró dándole la razón y afirmando que, efectivamente, cobraba poco.

Este problema debe ser que solo afecta a la clase media (bueno ya baja porque la media hace mucho que dejó de existir), porque Ana Rosa, después de ver cómo en Wikipedia aseguraban que se embolsaba entre 3 y 4 millones de euros al año, la comunicadora explicó que esas cifras eran falsas, pero sorprendió diciendo que no tenía ni idea de cuánto dinero tenía realmente en el banco.
"El dinero que tengo en la cuenta, la verdad es que no lo sé porque tengo tal escape por todas partes que a saber. Normalmente el dinero que gano lo reinvierto en la empresa y en crear puestos de trabajo", decía en octubre de 2023. Leyendo estas declaraciones no puedo evitar reírme pensando en lo clarísimo que tengo yo los dineros que hay en mi única cuenta. Es cobrar y quedarse a cero en cuatro días. Debe ser que los pobres no tenemos estos problemas del primer mundo...
La culpa es de las telenovelas
En cuanto al auge de las telenovelas turcas en España, no es ningún secreto que han ido ganando terreno en los últimos años a magacines e incluso, programas en Prime Time. Solo hay que echar un vistazo a las audiencias de Hermanos o Secretos de familia, que superan el millón de espectadores en cada una de sus emisiones. ¡Menos mal que son semanales! Pensará Ana Rosa, quien no acaba de entender cómo pueden comprar tantas telenovelas.
Quintana dice que el espectador está fatigado y que hay que "renovarse" porque "venimos de una época pasada que no tiene nada que ver con el programa que estamos haciendo. Eso es novedad para un público que estaba acostumbrado a otro tipo de género (...) Ahora no hay nada que te sorprenda, la innovación hoy está, fundamentalmente, en la ficción española".
Pero, ¿realmente afecta el éxito de los melodramas otomanos al fracaso de programas como TardeAR? Evidentemente no, porque de ser cierto, la audiencia de Y ahora Sonsoles se vería perjudicada cada tarde y sin embargo, ocurre todo lo contrario.
Los espectadores, en su mayoría mujeres, que consumen telenovelas turcas lo hacen por la novedad, las enrevesadas a la par que románticas tramas y la continuidad en sus emisiones, aunque cadenas como Divinity alteren su programación cada vez que les apetece volviendo loca a la audiencia. ¿Cuál es entonces el problema de TardeAR?
¿Por qué 'TardeAR' no funciona?
No me ha hecho falta realizar un estudio en la universidad de Massachusetts para saber que, aunque Ana Rosa asegura que su programa está lleno de novedades, relatos increíbles y colaboradores que se dejan la piel en cada programa, sigue siendo el mismo "perro" con distinto collar.
- No ayuda la nueva cúpula de Telecinco, sesgada hacia la derecha por la matriz italiana Mediaset en manos de los Berlusconi y de la extrema derecha italiana que gobierna en el país.
- No ayuda el enchufismo: Recordamos que Ana Rosa contó con viejos conocidos como el ya mencionando en el texto, Antonio Hidalgo o el propio sobrino de la presentadora, Kike Quintana, un habitual en las tardes de Telecinco.
Por lo que sea, los Ferreras, las Ana Pastor, los Eduardo Inda, los Vicente Vallés, las Susanna Griso, las Ana Rosa Quintana, los Carlos Herrera no te mostrarán el piso de un millón de € que Ayuso comparte con su novio, comprado después de defraudar a Hacienda... pic.twitter.com/UbJkU4Rj9i
— Famélica legión🔻 (@Famelica_legion) April 4, 2024
- No ayudan los chanchullos de su marido, Juan Muñoz Támara, sentenciado a tres meses de cárcel por su implicación en el 'caso Tánem', comúnmente conocido como 'caso Villarejo'.
- No ayuda la amistad de la presentadora con líderes políticas como Isabel Díaz Ayuso, quien está haciendo todo lo posible por cargarse la sanidad y la educación pública, dos pilares fundamentales en nuestro país.
- No ayuda contar con ilustres personalidades como Lolita Flores, Xavier Sardá, Vicky Martín Berrocal o Alaska para hablar de la guerra de Gaza como si fuesen expertos en Política Internacional y conflictos armados.
En definitiva señora Ana Rosa y con todos mis respectos como espectadora, le diré que su programa sigue experimentando la caída de su audiencia no es por el éxito de las telenovelas turcas, sino porque ha querido volver a contar con la caspa más casposa de este país.
Usted dice que "uno de nuestros secretos es formar equipo y detectar talento". Yo le animo a darse un paseo por las redes sociales, donde creadores de contenido de todas las edades se dejan el alma en crear vídeos de calidad, en informar de verdad y en contar las historias como son y no como queremos que sean.