El Ayuntamiento de Castellón, bajo la dirección de Vox, lanzó una campaña publicitaria para el Día de la Suegra que rápidamente se convirtió en el centro de una acalorada discusión. La iniciativa, que pretendía fomentar el comercio local, utilizó frases que muchos consideraron ofensivas y machistas. Entre los mensajes destacaban: "ordena tu casa antes de que tu suegra ordene tu vida" y "piénsalo bien, cualquier opción será mejor que comer en casa de tu suegra". Estos eslóganes no tardaron en despertar la indignación de diversos colectivos, que acusaron a la campaña de perpetuar estereotipos negativos sobre las suegras.
La asociación de consumidores FACUA no tardó en incluir esta campaña en su lista de finalistas para el "anuncio más machista del año", un galardón que busca señalar y criticar los mensajes publicitarios que refuerzan roles de género desfasados. FACUA subrayó que estos mensajes, lejos de ser humorísticos, evocan un tipo de humor anticuado que ya no tiene cabida en nuestra sociedad actual.
Reacciones y consecuencias
La respuesta a la campaña no se hizo esperar. Diversos colectivos feministas alzaron la voz, exigiendo la retirada de estos mensajes que consideraron no solo machistas, sino también edadistas. La presión social llevó al Ayuntamiento a retirar los carteles y a emitir un comunicado en el que reconocían el error y se comprometían a revisar sus estrategias de comunicación para evitar futuros incidentes similares.

FACUA, por su parte, señaló que el caso de Castellón es un ejemplo claro de cómo la publicidad puede influir de manera negativa en la percepción social de ciertos roles familiares, en este caso, el de las suegras. La asociación enfatizó la importancia de crear campañas que promuevan valores positivos y respetuosos, en lugar de recurrir a clichés que ya deberían estar superados.
El impacto en la sociedad
Este incidente ha abierto un debate más amplio sobre el papel de la publicidad en la perpetuación de estereotipos de género. La campaña del Día de la Suegra no solo ha sido criticada por su contenido, sino que también ha servido como catalizador para que más personas reflexionen sobre el tipo de mensajes que consumen diariamente.
Expertos en comunicación y género han resaltado la necesidad de que las instituciones públicas y privadas sean conscientes del poder que tienen sus campañas para moldear la opinión pública. En un mundo donde la igualdad de género es una lucha constante, cada mensaje cuenta, y es vital que estos sean inclusivos y respetuosos.
El futuro de las campañas publicitarias
Tras la polémica, se espera que tanto el Ayuntamiento de Castellón como otras instituciones tomen nota de lo sucedido y adopten medidas para garantizar que sus campañas futuras sean más inclusivas. La sociedad actual demanda un cambio en la narrativa, uno que celebre la diversidad y rechace los estereotipos dañinos.
El caso de Castellón es un recordatorio de que la publicidad no solo vende productos, sino también valores y percepciones. Por ello, es crucial que quienes están detrás de estas campañas sean conscientes de su responsabilidad social y trabajen para construir un futuro más igualitario.