Independientemente de la edad que se tenga, existen ejercicios mentales que puedes practicar en tu día a día para mantener tu memoria joven y en forma. La memoria es la capacidad de retener, almacenar y recuperar información en diferentes contextos, ya sea en el ámbito biológico, tecnológico o psicológico. Aunque muchas veces, no funciona al 100 %, existen ayudas y técnicas que pueden fomentar el recuerdo que se nos suele olvidar. Por ejemplo, yo tengo un problema con las llaves de casa. Desde que soy la responsable de mi llavero, suelo dejarlo en lugares inexplicables donde no se me ocurriría, ni por asomo, buscar en caso de su pérdida. Por ello, profundizando en la lectura del libro 'Por qué olvidamos y cómo recordar mejor', de Andrew E. Budson, neurocientífico, y Elizabeth A. Kesinger, psicóloga y bióloga, de la editorial Pinolia, conseguí encontrar una explicación y unas pautas para recordar esas cosas cotidianas en las que la memoria entra en juego.
Este libro es el resultado y la redacción de muchos años de investigaciones neurocientíficas y psicológicas, en las que hemos descubierto cómo se puede trabajar la mente para mantener la memoria activa y saludable. Entre las actividades que la memoria tiene durante el día es la de recordar los recuerdos a corto plazo. Aunque no siempre funciona correctamente. De hecho, da igual que seas joven o mayor, estudies o trabajes o creas más o menos en tu memoria, existen ayudas externas que reducen la presión de la memoria. Hay hasta seis trucos que puedes incorporar en tu vida diaria para recordar las cosas cotidianas.
Seis formas de recordar cosas cotidianas

Los psicólogos de la Universidad de Harvard han recopilado seis principios generales para ayudar a usar las ayudas para la memoria de forma eficaz. Organízate usando un sistema práctico para recordar datos. Prepárate siempre para utilizar herramientas como agendas o aplicaciones. Anota citas y tareas inmediatamente y actúa al recibir recordatorios. Opta por métodos sencillos, evitando sistemas complejos o costosos. Desarrolla rutinas para que estas ayudas se integren a tus hábitos, facilitando su uso incluso en situaciones de estrés o cansancio. La constancia es clave para el éxito.
Crea lugares especiales

Benjamin Franklin dijo "un lugar para cada cosa y cada cosa en su lugar", así puedes aplicar esto en la vida cotidiana. Los expertos aseguran que la mejor solución es poner las cosas cotidianas siempre en el mismo sitio, así nunca tendrás que buscarlas. Haz lo mismo con la cartera, el teléfono, los anillos, las gafas y todo lo que utilizas a diario. Algunos lugares son los siguientes:
- En una mesa, bandeja o cuenco cerca de la puerta de casa, o quizá en la mesa de la cocina.
- En una pequeña cesta que utiliza imanes para la nevera.
- En una bandeja o cuenco sobre la cómoda o mesilla de noche del dormitorio.
- Encima o en un cajón de tu escritorio.
- En tu maletín, bolso o bolsa de viaje.
Usa calendarios y agendas

Usar calendarios o agendas para apuntar cosas que se tienden a olvidar es de las mejores formas de poner a la memoria a raya. Algunos prefieren las agendas físicas de papel, aunque hoy en día la mayoría de la gente utiliza calendarios para el móvil. Sea cual sea el que utilices, asegúrate de incluir las seis cuestiones clave de cada cita que recomiendan los expertos: "con quién, para qué, qué necesito, cuándo y dónde".
Haz listas de tareas

Si usas esta herramienta para lista de la compra, puedes usarla para cualquier cosa. No hay nada malo en hacer una lista con papel y bolígrafo para tenerla a mano mientras recorres los pasillos. Este tipo de listas sencillas también funciona muy bien para listas de recados, recados, ropa para las vacaciones, etc.
Usa el sistema de los cuatro cuadrantes
Dwight D. Eisenhower dijo: "Tengo dos tipos de problemas: los urgentes y los importantes. Los urgentes no son importantes, y los importantes nunca son urgentes". Basándonos en el reconocimiento de esta diferencia crítica entre importancia y urgencia, es recomendable usar lo que a menudo se denomina el sistema de gestión del tiempo de los cuatro cuadrantes o el método Eisenhower cuando hagas listas para el trabajo, la escuela u otros proyectos.
Este método tiene la ventaja de permitirte recordar lo que es importante, aunque no sea urgente. También te permite ver lo que debes hacer primero y lo que no debes molestarte en hacer. Puedes usar papel o una app donde organices distintas áreas de tu vida.
Recordatorios en el móvil

Antes se solía poner notas adhesivas en zonas especiales de la casa, ahora puedes tenerlo todo en el móvil. No olvides que puedes personalizarlos si lo deseas, para que te recuerden una reunión con cinco minutos de antelación en lugar de quince si eso es lo que prefieres. Si utilizas notas adhesivas, asegúrate de ponerlas en un lugar donde las veas (como el espejo del baño o la puerta de entrada) y retíralas cuando las hayas utilizado.
Para medicamentos, es imprescindible usar el pastillero

Los medicamentos son importantes y omitir una dosis o doblarla puede tener consecuencias graves. Incluso cuando solo hay que tomar uno o dos medicamentos, muchas personas tienen un breve lapsus de atención o un falso recuerdo y acaban saltándose la medicación o tomándola dos veces por accidente. No dejes que eso te ocurra. Los tienes de todo tipo, con alarma, de plástico, por semanas, por días, por meses... Es un mundo que se adapta a los gustos de todos.

Estos trucos y consejos para mantener una memoria activa y saber ejercitarla están en el libro 'Por qué olvidamos y cómo recordar mejor', de Andrew E. Budson, neurocientífico, y Elizabeth A. Kesinger, psicóloga y bióloga, de la editorial Pinolia. Si la memoria es algo sencillo, automático, ¿por qué se estropea tan a menudo? ¿Por qué es tan frecuente el olvido? ¿Por qué es tan difícil recordar los nombres de las personas o las contraseñas? ¿Cómo es posible estudiar mucho para un examen y no ser capaz de recordar nada después? El Dr. Andrew Budson y la Dra. Elizabeth Kensinger abordan estas preguntas y muchas más utilizando sus años de experiencia para guiar a los lectores de una manera amena y didáctica hacia una mejor memoria. En Por qué olvidamos y cómo recordar mejor encontraremos formas de controlar lo que recordamos y lo que olvidamos, de distinguir entre un recuerdo verdadero y uno falso, las maneras eficaces de estudiar, cómo afectan a la memoria el ejercicio, la nutrición, el alcohol, el cannabis, el sueño, la atención plena y la música, o cómo cambia la memoria con el envejecimiento, la enfermedad de Alzheimer, la depresión y la ansiedad, entre otras muchas cuestiones.