Como ya habrás podido deducir, el equilibrio de la microbiota intestinal es uno de los pilares fundamentales de nuestra salud, especialmente cuando ocurren cambios hormonales o de estilo de vida, ya que pueden afectar profundamente a nuestro bienestar. Pero en la microbiota, ese universo de billones de microorganismos que habitan en nuestro intestino, no solo influye en la digestión, sino que también regula el sistema inmunológico, el estado de ánimo y hasta la belleza de la piel.
Como explica la microbióloga Silvana Tapia, profesora e investigadora en el departamento de Microbiología de la Universidad de Málaga en su libro 'Microbiota: cuídala, cuídate', “cuidar la microbiota es cuidar de nosotras mismas en todos los sentidos, porque su equilibrio se refleja en la vitalidad, la energía y el bienestar diario”. Sin embargo, factores como el estrés, una dieta pobre en fibra, el abuso de medicamentos o la falta de sueño pueden alterar este delicado ecosistema. Por eso, es esencial aprender a identificar las señales de alarma y actuar a tiempo para recuperarlo, sin necesidad de recurrir a fármacos.
¿Cómo saber si tu microbiota está desequilibrada?
La autora Silvana Tapia señala en su libro que existen signos claros que pueden alertarnos de que nuestra microbiota no está en su mejor momento. A continuación, te detallamos las cinco señales más relevantes:
1. Digestiones pesadas y molestias intestinales
Uno de los primeros síntomas de una microbiota alterada es la aparición de digestiones lentas, hinchazón abdominal, gases o cambios en el ritmo intestinal. Según Tapia, “cuando la microbiota pierde diversidad, el intestino se vuelve más sensible y aparecen molestias que antes no existían”. Si notas que después de comer te sientes incómoda o tu tránsito intestinal se ha vuelto irregular, tu microbiota podría estar desequilibrada.
2. Cambios en la piel y aparición de imperfecciones
La relación entre la salud intestinal y la piel es más estrecha de lo que imaginamos. “Una microbiota alterada puede manifestarse en forma de brotes de acné, sequedad o eczemas”, afirma la autora. La piel es un reflejo del estado interno, por lo que cualquier desequilibrio puede traducirse en pérdida de luminosidad, envejecimiento prematuro o irritaciones.

3. Bajada de defensas y mayor susceptibilidad a infecciones
Tapia advierte que “el 70% de nuestras defensas se encuentran en el intestino”, por lo que una microbiota empobrecida puede traducirse en resfriados frecuentes, infecciones urinarias o sensación de debilidad general. Si últimamente te sientes más vulnerable a las enfermedades, es momento de prestar atención a tu salud intestinal.
4. Cambios de humor, ansiedad o dificultad para dormir
La autora destaca en su libro que “el intestino es nuestro segundo cerebro y la microbiota participa en la producción de neurotransmisores como la serotonina”. Si notas cambios de humor, irritabilidad, ansiedad o problemas para conciliar el sueño, tu microbiota puede estar influyendo más de lo que imaginas.
5. Dificultad para perder peso o aumento repentino
Según Tapia, “un desequilibrio en la microbiota puede ralentizar el metabolismo y favorecer la acumulación de grasa, especialmente en la zona abdominal”. Si a pesar de mantener una dieta equilibrada y hacer ejercicio te cuesta controlar el peso, la causa podría estar en tu intestino.
Cómo recuperar el equilibrio de tu microbiota
La buena noticia es que, como señala Silvana Tapia, “la microbiota es resiliente y puede recuperarse con cambios sencillos en el estilo de vida”. Aquí tienes las claves que recomienda la autora para restaurar tu salud intestinal de forma natural:
Alimentación rica en fibra y alimentos fermentados
Tapia es contundente: “La fibra es el alimento favorito de nuestra microbiota”. Aumenta el consumo de frutas, verduras, legumbres y cereales integrales. Incorpora también alimentos fermentados como yogur natural, kéfir, chucrut o kombucha, que aportan probióticos naturales.
Reducir el consumo de ultraprocesados y azúcares
Evita los alimentos ricos en azúcares refinados, grasas trans y aditivos, ya que “desequilibran la microbiota y favorecen el crecimiento de bacterias perjudiciales”, advierte la autora.

Gestionar el estrés y priorizar el descanso
El estrés crónico y la falta de sueño afectan directamente a la microbiota. Tapia recomienda “practicar técnicas de relajación, yoga, meditación o paseos al aire libre” para reducir el impacto negativo sobre el intestino.
Mantenerse activa
El ejercicio regular, adaptado a tus posibilidades, mejora la motilidad intestinal y favorece la diversidad microbiana. “Moverse cada día es un regalo para la microbiota”, asegura la autora.
Hidratación adecuada
Beber suficiente agua ayuda a mantener el tránsito intestinal y el entorno óptimo para las bacterias beneficiosas. “La hidratación es un gesto sencillo con grandes beneficios para la salud intestinal”, concluye Tapia.
El equilibrio de la microbiota es la base para sentirnos bien por dentro y por fuera. Si reconoces alguna de estas señales en tu día a día, es el momento de tomar acción y mimar a tu microbiota con pequeños cambios que transformarán tu bienestar. El libro 'Microbiota, cuídala, cuídate' de Silvana Tapia es una guía imprescindible para entender cómo funciona este fascinante universo interior y aprender a cuidarlo con consejos prácticos, recetas y rutinas adaptadas a la mujer actual.

Como resume la sinopsis, este libro “te invita a reconectar con tu salud intestinal, descubrir el poder de los alimentos y adoptar hábitos que te ayuden a sentirte más vital, enérgica y feliz”. Si quieres profundizar en el tema y convertirte en la mejor aliada de tu microbiota, esta lectura será tu mejor compañera de viaje hacia el bienestar integral.