Durante años, la depresión se ha considerado un problema exclusivamente cerebral, pero las investigaciones más recientes han revelado una conexión sorprendente y poderosa entre el intestino y el cerebro. Por ello, según la autora Silvana Tapia en su libro "Microbiota, cuídala, cuídate", cuidar de la microbiota no solo es fundamental para la digestión, la inmunidad o la belleza de la piel, sino también para la salud mental.
El llamado "eje intestino-cerebro" es una autopista de comunicación que puede influir en nuestro estado de ánimo, nuestras emociones y, por supuesto, en la aparición y evolución de trastornos como la depresión. En este artículo, descubrirás cómo este vínculo invisible puede cambiar la forma en la que entendemos y tratamos la depresión, y qué pasos sencillos puedes dar para mejorar tu microbiota y, con ello, tu bienestar emocional.
¿Qué es la microbiota y por qué es tan importante?
La microbiota es el conjunto de billones de microorganismos que habitan en nuestro intestino. Según explica Silvana Tapia, “la microbiota es un órgano más, con funciones vitales para la salud física y mental”. Estos pequeños aliados participan en la digestión, la absorción de nutrientes y, lo más sorprendente, en la producción de neurotransmisores como la serotonina, conocida como la hormona de la felicidad.
La autora destaca que “el 90% de la serotonina se produce en el intestino”, lo que demuestra la enorme influencia que tiene la microbiota sobre nuestro estado de ánimo. Cuando la microbiota está desequilibrada (lo que se conoce como disbiosis), pueden aparecer síntomas como tristeza, ansiedad, fatiga y, en casos más graves, depresión.
El eje intestino-cerebro: la autopista de las emociones

El eje intestino-cerebro es la vía de comunicación bidireccional que conecta nuestro sistema digestivo con el cerebro. Tapia lo describe así: “El intestino y el cerebro están en constante diálogo gracias a los nervios, las hormonas y las sustancias químicas que produce la microbiota”. Esta comunicación es tan intensa que el intestino se conoce como el “segundo cerebro”.
Cuando la microbiota está sana, envía señales positivas al cerebro, favoreciendo el bienestar emocional. Pero si está alterada, puede desencadenar inflamación y alterar la producción de neurotransmisores, aumentando el riesgo de depresión. “No es casualidad que muchas personas con depresión también sufran problemas digestivos”, apunta Tapia.
Microbiota y depresión: la ciencia detrás del vínculo

Numerosos estudios han confirmado que las personas con depresión suelen tener una microbiota menos diversa y más pobre en bacterias beneficiosas. Silvana Tapia explica: “Las bacterias intestinales influyen en la síntesis de neurotransmisores y en la respuesta al estrés. Por eso, cuidar la microbiota puede ser una herramienta poderosa para prevenir y tratar la depresión”.
El libro recoge ejemplos de investigaciones en las que la mejora de la microbiota, a través de la alimentación o el uso de probióticos, ha conseguido reducir los síntomas depresivos. “Algunos probióticos específicos han demostrado efectos similares a los antidepresivos tradicionales, pero sin sus efectos secundarios”, señala la autora.
Cómo cuidar tu microbiota para mejorar tu salud mental
La buena noticia es que todas podemos mejorar nuestra microbiota con pequeños cambios en el día a día. Silvana Tapia recomienda:
- Aumentar el consumo de fibra: “La fibra es el alimento favorito de las bacterias buenas”, recuerda la autora.
- Incluir alimentos fermentados: Yogur, kéfir, chucrut o kombucha ayudan a repoblar la microbiota.
- Evitar el exceso de ultraprocesados y azúcares: Estos alimentos dañan la diversidad bacteriana y favorecen la inflamación.
- Gestionar el estrés: El estrés crónico altera la microbiota y empeora la salud mental.
- Dormir bien y hacer ejercicio: El descanso y la actividad física también benefician a nuestras bacterias intestinales.
Como resumen, podemos decir que el libro de Silvana Tapia es una guía imprescindible para comprender el papel fundamental de la microbiota en la salud integral. Con un lenguaje claro y cercano, la autora nos invita a descubrir cómo pequeños cambios en la alimentación y el estilo de vida pueden transformar nuestro bienestar físico y emocional.

Como señala Tapia, “cuidar de tu microbiota es cuidarte a ti misma en todos los sentidos”. Si quieres profundizar en este fascinante universo y aprender a mimar tu salud desde dentro, este libro es una lectura obligada para todas las mujeres que desean sentirse bien por dentro y por fuera.