Se ha vuelto un clásico, ¿quién no ha recalentado nunca la comida en el microondas? Es una buena forma de ahorrar y no tirar la comida pero, ¡cuidado! Algunos estudios aseguran que recalentar algunas comidas puede ser tóxico para tu organismo.
Si se va a refrigerar comida no se debe meter directamente en el frigorífico, porque la temperatura del frigorífico subiría y se convertiría en una incubadora de bacterias para tu comida.
La comida solo debe recalentarse una vez y de forma igualitaria. Uno de los problemas del microondas es que se recalientan más unas zonas que otras y esos son los focos de infección, desde donde las bacterias pueden atacar.
Lo mejor es meter el plato en el microondas, calentarlo, sacarlo del microondas, mezclarlo todo bien, y volverlo a calentar. De esta forma el calor se reparte por toda la comida.
Cuidado con recalentar estos alimentos
-La carne, especialmente el pollo, el pescado y el marisco. Sus propiedades pueden modificarse y volverse tóxicas, lo que quiere decir que puede provocar una intoxicación alimenticia.
-Las setas o los champiñones. Recalentarlos no es una buena opción. Sus propiedades se deterioran y puede provocar molestias en el estómago, dolor, e hinchazón.
-Arroz. El arroz tiene restos de bacterias que pueden resistirse a la cocción. Si se recalienta mal, las bacterias se pueden multiplicar, y causar diarreas y vómitos.
-Comidas ricas en proteínas. En concreto los huevos, en todas sus versiones, o los frutos secos, pueden, si los recalientas causarte algún problema digestivo.
-Espinacas, apio y remolacha. Un golpe de calor puede hacer que el nitrato que contienen estas verduras se vuelva tóxico y cancerígeno.
-Antes de meter un recipiente en el microondas debemos asegurarnos de que es apto para este electrodoméstico. Si no es así y metemos un recipiente de plástico no apto para microondas, puede derretirse y los elementos del plástico pasan a contaminar la comida, siendo peligroso para la salud. Hay que fijarse siempre en que el recipiente elegido lleve un símbolo que indique que es apto para el microondas.
-Es mejor sacar el alimento del recipiente cerrado y ponerlo a calentar en un plato que calentarlo directamente sobre el recipiente.
-Cuidado con meter en el microondas utensilios de metal. El motivo es simple: el metal hace rebotar las microondas y estas pueden hacer que el aparato se estropee.
-Bolsas de papel o plástico: antes de meter cualquier bolsa, ya sea de papel o plástico, en el microondas hay que asegurarse de que es apta para ello y eso ocurre en muy pocos casos. Son aptos, por ejemplo, los envases preparados para hacer palomitas, pero por lo general, los envoltorios plásticos no son para microondas.
-Dejar reposar. Cuando el microondas suena porque ya ha terminado el tiempo de recalentado que hemos programado, no se debe abrir inmediatamente y sacar el plato. Es mejor dejarlo dentro unos segundos para que el calor se reparta por igual en todo el plato.
-Intensidad y tiempo. Seguro que ya has comprobado que, si de primeras, al no saber cuánto tiempo debes calentar y a qué potencia un plato, apuestas por valores máximos, el resultado puede ser comida reseca y poco apetecible. Es preferible ser más comedidos y después aumentar tiempo o potencia que pasarnos.
Para evitar problemas es recomendable almacenar bien los alimentos y calentarlos a temperaturas seguras antes de consumirlos (al menos 75 °C).