Las guarrerías gastronómicas de nuestra infancia

¿Recuerdas las combinaciones imposibles o guarrerías gastronómicas que solías hacer en la infancia? Hacemos un recorrido por algunas de las más populares.
Patatas fritas mojadas en refresco

Todos recordamos con cariño algunas de nuestras meriendas más típicas de nuestra infancia, pero también lo hacemos con una sonrisa cuando evocamos aquellas mezclas que nos encantaban, aunque ahora no sepamos cómo éramos capaces de tomarlas… Hablamos de las guarrerías gastronómicas más populares de nuestra infancia. Eran muy frecuentes en las fiestas de cumpleaños infantiles, cuando los pequeños invitados unían fuerzas e ingenio para probar las creaciones más atrevidas y descubrir sabores, que, en muchos casos, hoy podemos encontrar un tanto desagradables…

Antes de que alguien se lleve las manos a la cabeza, hemos de decir que no todas son tan merecedoras de llevar el calificativo “guarrerías”, además, debemos aclarar que utilizamos este término con cariño y de forma divertida. Ni que decir tiene, que muchas de estas combinaciones, siguen siendo para algunas personas auténticos manjares. Además, algunas de las combinaciones o meriendas arriesgadas de las que hablamos no son tanto “guarrerías” como mezclas un tanto explosivas, en algunos casos, por el alto aporte calórico o de azúcar que suponen. Dicho esto, solo cabe matizar que no queremos con ello poner en tela de juicio los gustos gastronómicos o culinarios de nadie, solamente echar una mirada al pasado y recordar aquellas “meriendas” y combinaciones más locas, atrevidas o curiosas que tomábamos cuando éramos pequeños. ¡Si sonríes al reconocer alguna de ellas ya habremos conseguido nuestro propósito!

Desde las míticas patatas fritas mojadas en refresco, hasta los bocadillos de mezclas más originales, como el de Nocilla y chorizo. Auténticas explosiones de sabor que hacían las delicias de los paladares infantiles más aventureros. Otro ingrediente que no solía faltar y era protagonista de muchas de estas creaciones era la leche condensada: una bomba dulce que se mezclaba con cualquier ingrediente que pudiera producir el efecto contrario, como podía ser el chorizo, el salchichón o incluso el jamón serrano. ¡Boom!

El que más y el que menos alguna vez se ha atrevido con alguno de estos suculentos manjares, por eso, hoy hemos querido rendir homenaje a esas “adorables” guarrerías gastronómicas o atrevidas creaciones culinarias. ¡Toma nota y echa a volar tus recuerdos con los ejemplos que te proponemos en esta galería!

Patatas fritas mojadas en refresco

Eran un clásico de las meriendas de los cumpleaños. Seguro que casi todos tenemos el recuerdo de ver a los pequeños invitados al cumple mojando con afán las patatas fritas en el refresco, eso si no éramos nosotras las que lo hacíamos…

Nocilla y chorizo

Otra de las “guarrerías gastronómicas” preferidas. Las tradicionales medias noches eran protagonistas en los cumples y rellenarlas con Nocilla y chorizo era frecuente. ¡Un manjar de lo más imitado!

Bocadillos de paté y chorizo

También estaban los aficionados a mezclar chorizo con todo, y una de las combinaciones que ganaba más adeptos era la de hacer bocadillos de chorizo (si podía ser de Pamplona, mejor) y paté.

Refresco de naranja y refresco de cola

Al hacerlo nos creíamos creadores de una especie de fórmula mágica. Combinar estas dos bebidas era otra de las aficiones más populares en las meriendas infantiles. Y gustaba…o eso parecía.

Bocadillo de patatas fritas

Tal cual, esta creación era de gran sencillez: abrir una bolsa de patatas fritas, poner su contenido entre dos rebanadas de pan y bocata listo. Es sorprendente la de gente que dice: “¡yo también lo hice!”…

Panecillos de leche condensada con jamón

La leche condensada ha sido protagonista de grandes guarrerías gastronómicas de la infancia. Mezclar su dulzor extremo con sabores salados era algo que hacía las delicias de muchos. Todo valía: untar panecillos con leche condensada y colocar por encima unas lonchas de jamón serrano, de salchichón o de chorizo. Toda una experiencia…

Pan con paté y Nocilla

Volviendo a la combinación dulce y salado, son muchos los que recuerdan con cariño los bocatas o los sándwiches de Nocilla y paté. ¿Eras fan de esta mezcla?

Bocadillo de sobrasada y paté

Esta combinación hay para mucha gente para la que no desentona tanto…y es posible, pero lo cierto es que es llamativa. Un bocadillo o un sándwich de sobrasada mezclada con paté. Hacía las delicias de algunos niños en las meriendas…

Patatas fritas y plátano

Ahí va una de las fuertes: hablando con amigos, compañeros y familiares sobre este tema, hay algunos que coinciden: “Yo comía patatas fritas de bolsa con rodajas de plátano”. Ahí es nada.

Patatas con Nutella

Nos encantaba untar los alimentos más dispares con Nutella y los ganchitos y las patatas fritas eran de los más populares.

Sándwich de queso de untar y paté

Esta es otra de esas combinaciones ante las que muchos dicen “oye, pues esa no es tan rara”. Y es cierto, pero tampoco es de las meriendas infantiles más convencionales… El paté era un ingrediente muy preciado entre los más pequeños y mezclarlo era para algunos un auténtico manjar.

Patatas mojadas en caldo de pepinillos

De pepinillo, de berenjena, de aceitunas… mojar las patatas fritas de bolsa (si eran tipo light, mejor) en el caldo de los pepinillos, las aceitunas o las berenjenas era todo un manjar para muchos niños. Si metíamos las patatas en un recipiente con el caldo y las machacábamos, aún más sabrosas…

Nocilla y Jamón de York

La Nocilla vuelve a ser la protagonista de otro bocata muy popular de la infancia de mucha gente: el de Nocilla con Jamón de York. ¿Lo recuerdas?

Mortadela enrollada en ganchitos

Los ganchitos, esos famosos gusanitos naranjas, también estaban presentes en la mayoría de fiestas infantiles y mezclarlos con cualquier ingrediente era otra diversión muy popular. Para algunos, enrollar mortadela o incluso rodajas de chorizo en ellos y comerlos era lo más.

Salami y paté

Es otra de esas combinaciones que tenía muchos fans: un bocata o sándwich de paté con rodajas de salami… a más de uno todavía a día de hoy se le hace la boca agua.

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