El deporte es un hábito saludable que las personas deberían hacer cada día aunque sean 20 o 30 minutos. Pero no a todo el mundo le llena por igual la idea de ejercitarse. Ahora nuevas investigaciones por parte del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas han descubierto que existe un interruptor que hace click en nuestro cerebro para despertar el deseo de ponerse en movimiento. La investigación ha sido liderada por Guadalupe Sabio, doctora en bioquímica que ha dedicado su carrera a estudiar la relación del metabolismo con las enfermedades cardiovasculares, la diabetes y el cáncer. Ahora podría haber descubierto, junto al equipo de Cinio, el interruptor para que nos empiece a gustar el deporte.
Siempre se ha recomendado que una rutina de deporte potencia los buenos hábitos mientras que cuida de nuestro cuerpo, para evitar enfermedades cardiovasculares. Con la nueva investigación de la directora del estudio, se ha demostrado que tres proteínas pueden estar relacionadas con la sensación de querer hacer más deporte cuanto más se practica.

"El propio músculo regula el interés por el ejercicio"
Este se trata de un nuevo hallazgo científico y nos muestra cómo trabajan el músculo y el cerebro en nuestro organismo. La doctora Sabio, la encargada de la investigación ha aclarado que "se ha descubierto cómo el propio músculo regula el interés por el ejercicio a través de una vía de señalización entre músculo y cerebro".
Esta señalización de la que habla no se sabía hasta que se han analizado los resultados de los datos obtenidos en la investigación. La relación que se ha demostrado que existe influye con enfermedades cardiovasculares como la obesidad y otras que tienen un desorden metabólico, ya que "promoverán un aumento del ejercicio habitual como una estrategia efectiva de prevención", aseguran desde Cnio.

3 proteínas son las que influyen en querer hacer más deporte
Cuando hacemos deporte o ejercicio, "los músculos se contraen de manera repetida e intensa, activándose dos proteínas: la p38a y la p38y", añade la doctora Sabio. La investigación demuestra que se regulan entre sí, por lo que se puede afirmar que dependiendo de la intensidad en la que se activen, tendremos más o menos ganas de hacer cualquier actividad física. Estas proteínas se encuentran en nuestro organismo.
Existe una tercer proteína, la interleuquina 15 (IL-15), que se crea por la activación de la p38y por hacer ejercicio. Los expertos del estudio aseguran que "tiene un efecto directo sobre la parte de la corteza cerebral que controla el movimiento, el córtex motor". Si esta proteína aumenta en sangre, da una señal al cerebro para aumentar la actividad motora, haciendo que los animales estén más activos de forma voluntaria.
En definitiva estas tres proteínas funcionan de la siguiente manera: cuando hacemos deporte, se activa la proteína p38y -y la p38a-, lo que hace que se produzca la IL-15, provocando un aumento de la actividad física.

¿Podremos saber qué deportes enganchan más?
Una vez hecho este descubrimiento, la investigación lleva a un nuevo paradigma: qué deportes "enganchan" más a nivel molecular. "Se puede estudiar si distintos tipos de ejercicios estimulan más o menos, y también si tienen el mismo efecto en una persona obesa o no", añade.
Otra de las cuestiones que se plantean desde el Centro es sobre la posibilidad de crear un nuevo fármaco para que se puedan activar esas proteínas y que de forma sintética, se incitara a las personas con mayor necesidad se pudiese beneficiar de los efectos positivos de hacer ejercicio físico.