¿Has oído hablar alguna vez de la sublimación? Este concepto propio de la psicología es uno de los mecanismos de defensa que se producen en la mente humana. Originado a partir de la teoría psicoanalítica de Sigmund Freud, es un proceso que tiene como objetivo “proteger nuestra psique de los conflictos y las tensiones que experimentamos a lo largo de nuestra vida”, describe el equipo del gabinete psicológico Mentes Abiertas.
Freud decía, entre otras muchas cosas, que los seres humanos experimentan impulsos y deseos primitivos, muchos de los cuales pueden ser inaceptables en el contexto social en el que vivimos. “ Estos deseos, que incluyen agresión, sexualidad y otros impulsos instintivos, están presentes en el inconsciente y buscan una forma de expresión”, señalan desde Mentes Abiertas. Es la sublimación la vía de escape de estos pensamientos o deseos inconscientes.
Lo curioso de la sublimación es que a través de ella, la mente es capaz de controlar los citados impulsos primitivos. “Nuestros impulsos y deseos inconscientes encuentran una vía de escape transformadora, permitiéndonos canalizar nuestras energías en actividades creativas y socialmente aceptadas”, indican desde el gabinete psicológico madrileño.
Es más, tal y como continúan explicando desde Mentes Abiertas, la mente no detiene estos pensamientos, sino que los hace evolucionar y transformarse. “Cuando la sublimación entra en juego, estos impulsos inconscientes se transforman y se canalizan en actividades socialmente constructivas y culturalmente valoradas”, señalan. El equipo del gabinete pone el siguiente ejemplo para ilustrar la explicación: “una persona que experimenta un fuerte impulso agresivo puede encontrar una salida a través de la práctica de un deporte de contacto, donde la energía y la competitividad se transforman en una actividad deportiva aceptada y apreciada”.

En ningún caso, eso sí, la sublimación implica negación o represión de dichos impulsos inconscientes. Es, exponen desde Mentes Abiertas, lo que permite “darles una salida constructiva, permitiendo que se expresen de una manera que no sea perjudicial para nosotros mismos ni para los demás”. Dicho de otro modo: transforma un deseo negativo en algo positivo, ayudándonos “a encontrar un equilibrio entre nuestras necesidades internas y las demandas de la sociedad”.
Otras funciones de la sublimación
Además del citado proceso por el cual un deseo primitivo indeseable se puede reconducir y transformar, la sublimación tiene otras funciones dentro de la mente humana.
Tal y como describen desde Mentes Abiertas, la sublimación “también puede impulsar la creatividad y el logro personal”. El ejemplo, en este caso, son los artistas capaces de canalizar emociones y experiencias personales como fuente de inspiración artística. “Muchos artistas, escritores y científicos destacados han canalizado sus emociones y experiencias a través de su trabajo, transformando su dolor, sus conflictos internos y sus deseos más profundos en obras de arte, literatura y descubrimientos científicos que han dejado una marca indeleble en la historia”, apuntan desde el gabinete psicológico en este sentido.
Deportistas, artistas… son ejemplos distintos porque no hay un solo camino para el proceso de sublimación, sino que “cada individuo puede encontrar diferentes formas de sublimación, ya sea a través de la creatividad artística, el compromiso con la ciencia, el voluntariado o cualquier otra actividad que les permita transformar sus energías internas en algo positivo y constructivo”, subrayan desde Mentes Abiertas.

Por otro lado, la sublimación tiene tanto peso en el universo de la psicología porque también influye a nivel colectivo. ¿Cómo? Así lo explica el equipo de Mentes Abiertas: “En sociedades donde los impulsos y deseos individuales pueden chocar con las normas culturales y los valores sociales, la sublimación proporciona una vía para la creación de obras de arte, la innovación científica y el avance de la sociedad en general”.
Por todo ello, la sublimación es un mecanismo de defensa de la mente descrito por los profesionales como “fascinante”. “La sublimación no solo nos permite enfrentar nuestros conflictos internos, sino que también impulsa la creatividad y el progreso tanto a nivel individual como a nivel colectivo”, apostillan desde Mentes Abiertas, que recalca los retos que este proceso de la mente suponen. “Requiere introspección, autoconocimiento y la capacidad de identificar y comprender nuestros impulsos y deseos inconscientes”, apuntan.
Así que, ya lo sabes, tus luchas internas a nivel emocional y mental cuentan con una serie de mecanismos de defensa que te pueden ayudar a superarlas. Uno de estos escudos es la sublimación. “un mecanismo de defensa intrigante y poderoso que nos brinda la oportunidad de transformar nuestros impulsos y deseos inconscientes en actividades socialmente constructivas y culturalmente valiosas”, concluye el equipo de Mentes Abiertas, con quienes hemos aprendido más acerca de este concepto clave dentro de la psicología.