Frecuencia de consumo
Su consumo es diario e indicado para mujeres premenopáusicas que han experimentado durante un tiempo prologando falta de apetito sexual. Sin embargo, la viagra masculina se toma para ocasiones puntuales, una hora antes, aproximadamente, del encuentro sexual. Por otro lado, es cierto que este medicamento para mujeres está rodeado de cierta polémica. Son las sombras de la viagra femenina

¿Para momentos puntuales?
La viagra femenina no se toma antes del encuentro sexual ni de manera esporádica para eventos puntuales: debe tomarse diariamente y hacen falta semanas o meses para “notar” sus beneficios, ya que este fármaco nació como un antidepresivo, para actuar sobre la libido y no sobre un aspecto físico. La viagra masculina se toma antes del encuentro sexual y su efecto es prácticamente inmediato.

Efectos secundarios
Los principales efectos secundarios de la viagra femenina, según los expertos, son mareos, náuseas, trastornos del sueño, etc. Además, está contraindicado el consumo de esta pastilla con alcohol o con otros medicamentos, algunos tan comunes como los anticonceptivos hormonales o los antimicóticos (para tratar infecciones por hongos). Hay que tener en cuenta estas contraindicaciones antes de empezar con el tratamiento.

Disfunción VS Deseo
La función de la viagra masculina es aumentar el flujo sanguíneo para que el hombre consiga y mantenga una erección, y además tiene otros efectos como, por ejemplo, que actúa frente a deficiencias de testosterona. Sin embargo, la viagra femenina tiene como objetivo aumentar el deseo sexual femenino elevando los niveles de dopamina que genera el cerebro. Cada uno de los medicamentos actúa de forma muy diferente y aborda el problema de una manera radicalmente distinta.

¿Discriminación o machismo?
La polémica está servida: para algunas personas el hecho de que la viagra masculina lleve años en el mercado y no existiese nada para la falta de apetito sexual de la mujer es una discriminación sexista. Sin embargo, para otra mucha gente lo que es sexista y machista es la medicalización de la mujer, es decir, la falta de apetito sexual o de deseo sexual puede deberse a muchas causas, desde la educación y el grado de autoconocimiento de la propia sexualidad, hasta la falta de complicidad y atracción en la pareja, problemas de entendimiento, monotonía sexual en una relación, etc. Es decir, muchas causas pueden deberse a problemas de pareja o a presiones psicológicas y no a un problema físico exclusivamente femenino que haya que tratar médicamente.
