Se trata de un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Granada, que ha demostrado que, en contra de lo que se decía hasta ahora, el uso de anticonceptivos hormonales (como la popular píldora anticonceptiva) también está recomendado en mujeres mayores de 40 años.

Es una de las revisiones más completas realizadas hasta la fecha sobre todos los estudios científicos que, a nivel mundial, han analizado el uso de este tipo de anticonceptivos y han incluido a mujeres mayores de 40 años.
El objetivo era analizar si en este sector de población existen los mismos riesgos y beneficios que se presentan en las mujeres menores de 35 años, que -esas sí- son habitualmente objeto de estudio y, sobre todo, valorar si con los últimos avances la situación había cambiado, ya que la oferta actual de anticonceptivos hormonales es sensiblemente diferente a la que era hace solo unos años.
Esta investigación ha sido dirigida por el profesor Nicolás Mendoza Ladrón de Guevara, de la Universidad de Granada, y en ella han colaborado también investigadores de la clínica DIATROS, de Barcelona. “En materia anticonceptiva (específicamente en lo relacionado con anticonceptivos hormonales), hasta hace poco tiempo la mayor parte de la evidencia científica de que disponíamos procedía de los estudios realizados en mujeres menores de 35 años y además con anticonceptivos hormonales clásicos”, explica el profesor Mendoza.

Y es que, como la edad es un factor que por sí solo aumenta el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares y metabólicas, hasta ahora se ha limitado el uso de los anticonceptivos hormonales básicamente a las mujeres jóvenes y se ha desaconsejado -como normal general- en las que ya habían cumplido 40 o llevaban muchos años tomando la píldora.
Entre las conclusiones más importantes de esta investigación destaca que en las nuevas píldoras anticonceptivas, que incluyen hormonas naturales, los riesgos se han minimizado en las usuarias de cualquier edad, incluso en las mayores de 40, siempre que estén sanas al inicio de su toma; es decir, siempre que no formen parte de ninguno de los grupos de riesgo que desaconsejan su uso.
Igualmente, los mismos beneficios observados en las mujeres jóvenes son también observados en las más mayores, con una ventaja añadida: algunos procesos ginecológicos que empiezan a aparecer a esta edad (como por ejemplo las alteraciones del ciclo ovárico o el sangrado menstrual abundante) también mejoran con su uso.
Este trabajo, que se ha publicado en sendos artículos en la revista científica Maturitas, es una continuación de otro que recibió el Premio Nacional de Anticoncepción en 2014, otorgado por la Sociedad Española de Contracepción.