Errores al hacer arroz con leche que destrozan este postre

Que no sea una receta con muchos ingredientes no significa que su preparación sea sencilla.
arroz

Hacer arroz con leche es fácil. No tiene misterio, basta con disponer en casa, como mínimo, de arroz, leche, azúcar y canelao limón. Otra cosa muy diferente es hacerlo bien, porque se necesitan buenos ingredientes y sobre todo buena mano en la cocina. Pero ni siquiera estos dos factores te aseguran el éxito a la hora de preparar la receta porque este depende de detalles muy puntuales en los que es habitual tropezar.

Conseguir el punto adecuado de un arroz bien integrado con la leche y que todo ello tenga un sabor equilibrado y lleno de matices conlleva conocer muy bien las claves de la receta, algo a lo que le hemos dedicado un espacio en exclusiva, y también saber dónde están los pasos críticos de la receta para evitar caer en los errores más frecuentes. 

Las cantidades

Arroz con leche - Arroz con leche (Foto: iStock)

En la repostería, el equilibrio es fundamental, y para que este se dé la precisión en las cantidades debe ser matemática. Lo mejor en este caso es no innovar con la receta que vayas a seguir. En el caso del arroz con leche, como mucho, puedes variar la cantidad y la variedad de los aromatizantes que utilices para la leche, pero en todo lo demás sigue las cantidades a rajatabla.

Echar el azúcar a la vez que infusionas la leche y cueces el arroz es un fallo de bulto que cometen muchas personas. Eso hará que el grano se cueza distinto y que el plato adquiera un color tostado. El azúcar se añade justo al final del cocinado, en el último momento.

El arroz con leche tradicional se hace con la variedad bomba, un arroz redondo típico de nuestro país. Que lo quieres hacer con basmati, adelante, pero es como tirarse a una piscina sin agua. Déjate de experimentos.

Eo es un risotto el arroz con leche, pero como si lo fuera. Una vez lo mezcles con la leche infusionada, no puedes dejar de moverlo para evitar que se pegue y para conseguir la textura integrada que tan gustosa resulta en boca. Hazlo con sumo cuidado y con un material apropiado -pala de madera o una lengua- para que no se rompa.

No solo en las cantidades como hemos dicho en el primer punto de esta lista de errores, sino también en el hecho de añadir demasiados ingredientes dulces a la receta. Si optas por variar y poner chocolate blanco, reduce la cantidad de azúcar, por citar un ejemplo.

Arroz con leche - Arroz con leche (Foto: iStock)

De igual forma que no hay un punto exacto porque gustos hay muchos, lo cierto es que hay límites por ambos lados. La esencia del arroz con leche no es la de ser una sopa de arroz entero, salvo que sea una versión que opte por este camino, ni tampoco es una pasta grumosa con la que sustituir el cemento. Equilibrio también en la untuosidad de la mezcla, que esté lo suficientemente hidratado y cremoso el arroz.

La canela ya está presente en el sabor del arroz con leche si has infusionado la leche con una rama, por lo que no haría falta añadir más al final, pero si adoras la canela y no puedes resistirte, por favor, no lo bañes espolvoreando medio kilo por encima. Y si lo haces, que sea en tu bol; nada de hacerlo en la fuente donde está todo el arroz con leche.

Este es un postre que puede tomarse en frío o en caliente, pero lo que no es lógico es quedarse a medio camino entre una cosa y la otra. Si optas por dejarlo reposar, deja que coja temperatura de verdad.

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