Según la OCU los españoles respaldarían una nueva normativa para garantizar el bienestar animal

Los consumidores cada vez están más concienciados con la transparencia en la producción de alimentos para prevenir posibles riesgos para la salud
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A medida que aumenta la conciencia sobre el bienestar animal y la transparencia en la producción de alimentos, los consumidores están cada vez más sensibilizados sobre estos temas.

Según la última encuesta realizada por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) en colaboración con la Organización Europea de Consumidores (BEUC), la mayoría de los españoles están a favor de mejorar el bienestar de los animales criados para consumo humano.

De cada 10 encuestados, al menos 9 respaldan la imposición de nuevas leyes que beneficien a los animales de granja, como la prohibición de sistemas de jaulas y mutilaciones, así como la obligatoriedad de proporcionarles espacios más amplios.

Granja de vacas - Getty Images/iStockphoto

Además, los españoles también expresan un deseo por obtener más información sobre las prácticas de cría de animales en las granjas, ya que más de la mitad considera tener un bajo conocimiento al respecto. 

Por otro lado, un 82% apoya la importación de productos animales bajo normas de bienestar equiparables a la de los producidos en la Unión Europea, mientras que un 77% solicita que Europa brinde fondos a los productores para implementar normativas más estrictas.

En cuanto al etiquetado de producción, el 76% de los encuestados destaca su importancia y demanda su extensión a productos como la carne y la leche. Esto se debe a que la confianza en las afirmaciones de las empresas sobre el cuidado de los animales es muy baja entre los consumidores.

Cuando los procesos de producción son transparentes, las personas pueden tomar decisiones informadas sobre lo que compran y consumen. 

Esto incluye conocer cómo se crían, cultivan o procesan los alimentos, así como cualquier tratamiento que hayan recibido a lo largo de su cadena de producción. 

Además, esto contribuye a mejorar la seguridad alimentaria y a prevenir posibles riesgos para la salud pública. Al conocer las prácticas utilizadas en la producción, los consumidores pueden identificar y evitar productos que puedan representar un riesgo para su salud, como aquellos que contienen alérgenos no declarados o que han sido contaminados durante la producción.

Asimismo, los españoles reconocen que el sector necesita mayor financiación de la que ahora mismo poseen y aproximadamente 6 de cada 10 encuestados estarían dispuestos a pagar más por unas normas más estrictas, aunque con limitaciones. Por su parte, tan solo un 34% pagaría hasta un 5% más.

Ante estas preocupaciones, tanto la OCU como la BEUC instan a la Comisión Europea a prestar atención a las demandas de los consumidores y a cumplir su compromiso en este ámbito. 

Desde la organización española instan a la promoción de nuevas leyes y a la actualización de las ya existentes, para garantizar una mayor transparencia en la producción de estos alimentos.

Además, subrayan la necesidad de un diálogo abierto entre los consumidores, los productores y las autoridades reguladoras para abordar de manera efectiva estas preocupaciones compartidas. 

En este sentido, la OCU y la BEUC enfatizan la importancia de que todos los actores involucrados trabajen juntos para garantizar un sistema alimentario más ético y sostenible en toda la Unión.

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