El arroz, ese grano versátil que forma la base de innumerables platillos en todo el mundo, es un elemento esencial en la dieta de muchas culturas. Sin embargo, lograr la textura perfecta y el sabor exquisito del arroz puede ser un desafío incluso para los cocineros más experimentados. En este artículo, exploraremos una serie de trucos y consejos prácticos que te ayudarán a elevar tu habilidad culinaria. Si te encuentras con alguna duda a la hora de cocinar arroz, sigue estos sencillos trucos.
Las medidas
Una regla básica para no excederte ni quedarte corta a la hora de cocinar el arroz, es la siguiente: si el plato es principal, calcula 50 gramos por comensal, alrededor de medio vaso; para ponerlo como entrante, 25 gramos por persona, es decir, un cuarto de vaso; y si es para acompañar un plato o como guarnición, calcula más o menos tres cuartos de taza de café por persona.
Más suelto sin remover
Que el arroz quede bien suelto es un poco difícil, pero siguiendo estas pautas lo conseguirás: échalo cuando el agua ya esté hirviendo.
No lo remuevas más de lo indispensable, ya que esta operación favorece que suelte el almidón que contiene.
Añade un chorrito de aceite para que quede más suelto y, una vez que esté en su punto, échalo sobre el colador y añádele abundante agua fría para eliminar por completo los residuos de almidón.
Cuidado con las mezclas
Si vas a servir el arroz en molde, emplea el de grano redondo porque se sostiene mejor. Ten cuidado con las mezclas y nunca cuezas dos tipos de arroz distintos (el salvaje con el de grano largo, por ejemplo) ya que cada uno de ellos precisa un tiempo de cocción diferente. Cuécelos separados aunque luego los juntes.
Una deliciosa paella
Si has preparado una paella en una cazuela de barro, tal como se hacía antiguamente, y te ha quedado demasiado caldosa, cambia el arroz a una fuente: al airearse perderá gran cantidad de jugo. Pero si lo que te ha ocurrido es que se ha pegado en el fondo, coloca la cazuela sobre una paño mojado o sobre el fregadero con dos dedos de agua.
En ensalada
Las ensaladas de arroz son un poco complicadas de hacer, porque enseguida se queda el arroz pastoso. Como ocurre con el resto de la pasta, el arroz debe estar al dente, pero sin que se note el interior duro. Una vez preparado, conviene regarlo rápidamente con aceite, y no sólo para que los granos se separen entre sí, sino para darle ese toque jugoso que tanto se agradece.
Demasiado cocido
En ocasiones, una buena receta de arroz puede echarse a perder únicamente porque nos hayamos pasado en la cocción. Para remediarlo, pásalo por agua fría y escúrrelo muy bien. Después, introdúcelo durante diez minutos en el horno a fuego fuerte. Estará en su punto.
Más esponjoso
Hay una forma de que el arroz quede más esponjoso. Para ello, antes lávalo tres veces, y cada vez que lo laves, frótalo con las manos. Verás que el agua sale transparente; eso significa que has quitado el almidón y ya estará listo para cocinar.
Trucos estrella
- El arroz quedará mucho más rico si sustituyes el agua de cocción por caldo de carne, pescado o verduras. Puedes variar teniendo en cuenta los ingredientes que vas a utilizar para cocinarlo.
- Para conseguir que el arroz quede completamente blanco, añade unas gotas de limón al agua de cocción.