Es una de las variedades de pescado azul más famosas y consumidas en nuestro país, y por una buena razón. ¿Quieres saber cuál es? ¡Sigue leyendo!
La caballa -también llamada verdel, sarda o xarda en función de la zona geográfica- es un animal de aguas marinas que permanece en las bajas profundidades durante los meses más fríos del invierno y que se captura sobre todo en primavera. Eso sí, se puede disfrutar todo el año. En España se consume principalmente Scomber scombrus, o caballa del Atlántico, un pescado que se consigue al norte y al oeste del país. De cuerpo alargado y fino, plateado y con el hocico muy puntiagudo, suele medir entre 18 y 50 centímetros.
Posee un sabor intenso (parecido al del atún enlatado) y es muy nutritiva. La caballa es un pescado muy agradecido que, además, se puede preparar en la cocina de muchas formas diferentes. ¿Te gusta la caballa y la consumes con frecuencia? ¿O por el contrario no forma parte de tus pescados favoritos? Sea como sea, no estará de más conocerla un poco mejor. A continuación te contamos todos los beneficios de este alimento (y cómo puedes sacarle el máximo partido).
Propiedades de la caballa
La caballa pertenece a la clase del denominado pescado azul. Como el resto de ellos -atún, sardina, salmón, etc.- es fuente de ácidos grasos poliinsaturados omega-3, muy saludables para el organismo. Entre otras cosas, estos ácidos ayudan a controlar el colesterol y a reducir el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares.
Además, como todos los pescados, la caballa es un alimento rico en proteínas de alta calidad. También es rica en vitaminas como la D o la A, y también en las del grupo B, especialmente la B12. Por último, la caballa es fuente de minerales imprescindibles para el organismo como pueden ser el selenio (esencial para nuestro sistema inmunitario y el correcto funcionamiento de la glándula tiroidea), el fósforo (que contribuye al desarrollo sano de los huesos y dientes) y el potasio (un componente imprescindible para potenciar la actividad muscular). Por todas estas razones incluir la caballa en nuestra dieta diaria es una buenísima idea que nos ayudará a estar más saludables.

¿Cómo aprovechar la caballa?
Cuando vayas al supermercado a comprar caballa, tendrás que saber que este pescado se comercializa de diversas maneras: fresca, en conserva, en semiconserva, congelada y también ahumada. La caballa fresca -la que puedes encontrar en la pescadería- es la que cuenta con un sabor más intenso, con una carne jugosa y fresca con pocas espinas que puede marinarse, hacerse al horno, a la plancha o al grill, rellenarse o freírse empanada en filetes.
La caballa enlatada, por su parte, supone la forma más fácil, rápida y económica de consumir este pescado azul: basta con abrir la conserva e incorporar la carne, ya desmenuzada, a ensaladas, aperitivos, salsas o rellenos. Sea como sea no dejes de disfrutar de un pescado tan completo.