¿Tomas café a menudo? La cafeína es el estimulante más utilizado en todo el mundo. A pesar de su extendido consumo, los expertos no han llegado a conclusiones claras sobre sus efectos: mientras diversas investigaciones han demostrado que su consumo puede estimular la función cognitiva y hasta alargar la vida, otros estudios sugieren que puede haber amplias ventajas en reducir o incluso eliminar el consumo de esta sustancia.
Hoy nos centramos en estos efectos positivos que se producen, según algunas investigaciones, en el cuerpo cuando se deja de consumir este estimulante presente en cafés y tés. ¿Qué opinas de ellos? ¿Te animas a comprobarlo?
Energía constante durante el día: Cuando piensas en un estimulante, ¿el logo de tu cafetería favorita aparece en tu mente? Si bien la cafeína proporciona un aumento temporal de la energía al tomarla, la mayoría de las personas también experimentan una caída posterior. Una gran parte de este proceso, según algunos estudios de Boston, proviene de la forma en que la sustancia desencadena la liberación de hormonas como la adrenalina y el cortisol.
Mejor absorción de micronutrientes: La cafeína puede reducir la absorción de algunas vitaminas y minerales de los alimentos, dice Nicole Avena de la Escuela de Medicina Mount Sinai en la ciudad de Nueva York. Esto se debe a que algunas vitaminas son solubles en agua, como la vitamina C y muchas vitaminas B, y al efecto diurético de la cafeína.
Salud ósea potencialmente mejor: En relación con las deficiencias de vitaminas, el efecto de la cafeína en la salud ósea ha sido un tema de debate durante mucho tiempo. Diversos estudios sugieren que niveles más altos de cafeína interfieren con la absorción de vitamina D, directamente relacionada con las células responsables de la formación de huesos.
Piel sin arrugas: Hay muchos factores en lo que respecta al desarrollo de las arrugas, pero uno importante depende de la capacidad de la piel para seguir produciendo colágeno. ¿Qué acelera el proceso de envejecimiento de la piel? Demasiada luz ultravioleta, tabaco, ingesta excesiva de azúcar y, sorprendentemente, una gran cantidad de cafeína.
Menos ansiedad y mejor función inmunológica: "La forma en que la cafeína hace que el cortisol -la hormona del estrés-, en particular, se mantenga elevado es similar a aquellos que experimentan estrés agudo", dicen algunos expertos. Un exceso de cafeína también tiene relación con una función inmunológica más baja, según una revisión publicada en octubre de 2015 en Opinión Actual en Psicología.