4 desayunos saludables que puedes dejarte preparados el día anterior

Te demostramos con recetas concretas que ni la falta de tiempo ni de opciones ricas y variadas son excusas para no desayunar mejor.
4 desayunos saludables que puedes dejarte preparados el día anterior

Para desayunar saludable no hay excusas. O se quiere y se hace, o no se hace. Pero ni la falta de tiempo ni de opciones son argumentos válidos. Todos podemos tener yogures naturales y fruta en casa para prepararnos un desayuno saludable y exprés al momento, por ejemplo, y también tienes a tu alcance opciones más elaboradas que puedes dejar listas el día anterior.

Sí, has leído bien. El día anterior. Igual que te preparas la tartera con la comida para la oficina puedes dejar solo para comer tu desayuno ‘healthy’ del día siguiente. Y prueba de ello son estas cuatro elaboraciones, a la que puedes sumar una quinta si te gustan las opciones saladas por la mañana: un hummus para tus tostadas de pan integral artesanal (de verdad, no porque lo diga la etiqueta), sería una gran opción en este caso, por ejemplo.

Más allá de este tipo de cremas o patés saludables para tostadas, te proponemos estas 4 opciones con ejemplos concretos.

Pudín de chía

Etiquetada negativamente por aquellos haters de lo saludable, la chía es un alimento muy nutritivo que está rico si lo desayunas en versión pudín. Una de las últimas versiones que hemos probado es una opción muy similar a esta de la nutricionista Alu Alejos, con frutos rojos, que puedes tenerlos todo el año a mano congelados. La suya lleva: 3 cucharadas de semillas de chia, 1 taza de leche de tu preferencia (de origen animal o vegetal), 1 taza de frutos secos congelados, 1 cucharada de crema de almendra (puede ser de cacahuete, de pistacho, o no llevarla), canela y, opcional, stevia al gusto. Sigue el paso a paso aquí, pero en cualquier versión de este desayuno debes dejar la chia sumergida toda la noche en el líquido que utilices

Los hay y muy ricos. La clave es añadir el dulce de la forma más natural posible y reducir al máximo los edulcorantes, además de utilizar en la medida de lo posible harinas integrales para su composición. No siempre es posible esto último en los bizcochos, pero sí lo primero. Este ejemplo de bizcocho con plátano, nueces y dátiles (y una pizca de miel que puedes no añadir) de la pastelera Alma Obregón es una prueba de ello. Lleva además aceite de oliva, dos huevos, levadura química, canela en polvo y cardamomo. Tienes la lista de ingredientes y cantidades en esta publicación de Instagram.

También conocido como gachas de avena, este es un desayuno que puedes dejarte preparado el día anterior y calentar lo justo antes de tomártelo por la mañana. También se puede degustar en frío. Una de sus ventajas es su versatilidad: sobre la misma base saludable —copos de avena hidratados en agua y leche o bebida vegetal—, puedes añadir todo tipo de combinaciones. Dos ejemplos antagónicos son esta versión con cacao puro y crema de almendras y esta otra con canela, plátano y pasas. A título personal, una de mis favoritas incluye plátano maduro y crema de cacahuete sin azúcar —hay versiones 100% cacahuete en todos los supermercados—. También esta buenísimo con una mezcla que lleve manzana y canela.

Si te aburre el yogur natural es porque no lo has probado con un buen muesli casero saludable. Crujiente y nutritivo como pocas mezclas, es un desayuno ideal si además añades una pieza de fruta al combo. Y lo puedes dejar hecho bien conservando en un recipiente hermético durante muchos días. Aquí tienes una versión saludable, sin azúcar: lleva copos de avena, avellanas, dátiles, semillas de lino, canela, jengibre, manzana y aceite de coco. De este último, cuánto menos, mejor. Pero podéis añadir otros frutos secos, semillas y también fruta deshidratada al gusto. Sigue el paso a paso de esta receta aquí.

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