¿Cuántas veces hemos querido perder peso y cuanto más rápido, mejor? ¿Todas las personas perdemos peso de la misma manera? ¿Por qué aunque dos personas sigan la misma dieta y tengan los mismos hábitos no pierden o ganan peso a la par? En relación a estas cuestiones es necesario tener algo claro: en lo referente a pérdida o ganancia de peso, cada persona es diferente. Si te encuentras en uno de estos dos procesos, no compares tu caso con el de nadie, porque eso solo te generará una sensación de frustración. Te contamos qué factores van a ser determinantes a la hora de perder o ganar peso.

Niveles hormonales
Las hormonas son, reduciendo y simplificando al máximo su definición, mensajeros químicos que circulan a través de la sangre hacia órganos y tejidos. Intervienen e influyen en los procesos de crecimiento y metabolismo de las personas. También influyen a la hora de subir o bajar de peso. Por ejemplo, un funcionamiento anormal de las hormonas tiroideas provocará el aumento y la retención de peso.
En el caso de las mujeres, el factor hormonal afecta especialmente al peso. Por ejemplo, el síndrome de ovario poliquístico interfiere en la pérdida de peso (y de hecho, a veces provoca aumento de peso) y llega a afectar hasta a un 20% de las mujeres en edad fértil.
Estilo de vida que llevamos
Si llevamos un estilo de vida de por sí saludable (aunque sea a medias), nos llevará más tiempo ver resultados palpables que a una persona que no ‘empieza desde cero’. Si no mantenemos una alimentación saludable ni solemos hacer ejercicio, al empezar a hacerlo se producirá un cambio en nuestro cuerpo que puede llegar a notarse rápidamente.
Metabolismo
El metabolismo y genética de cada persona, aunque no suelen ser determinantes en los aumentos y bajadas de peso, sí afectan a estos procesos y pueden jugar un papel en ellos. Aunque hay que tener en cuenta que, aunque nuestro metabolismo sea rápido por naturaleza, podemos ralentizarlo si caemos en dietas repletas de excesos o un estilo de vida que sea perjudicial.
Entrenamientos y prácticas deportivas
La actividad física juega un papel fundamental a la hora de perder peso, y también qué tipo de ejercicios concretos llevamos a cabo. Los deportes como el jogging, el ciclismo e incluso practicar senderismo ayudarán mucho a bajar de peso si se combinan con una buena alimentación. Es muy recomendable practicar un mínimo de 150 minutos semanales a realizar ejercicio pausado y 75 minutos en caso de ser ejercicio vigoroso.
Ansiedad y estrés
Mantener una relación sana con la comida es en ocasiones un arduo trabajo y requiere de esfuerzo. Especialmente cuando se padece de estrés y ansiedad, trastornos que a veces comamos de manera emocional y descarguemos los nervios con los alimentos, y además en esos momentos no solemos elegir los más sanos.
El estrés llega a influir en nuestros cambios hormonales, así como en nuestros ciclos de sueño y patrón de descanso. Como añadido, ambos trastornos hacen que se disparen nuestros niveles de cortisol e insulina, lo que se traduce en un aumento del apetito y pueden entrarnos ganas de asaltar la despensa por este motivo.