La hamburguesa, el sándwich americano más famoso del mundo, no solo es el protagonista de las hamburgueserías. Está cada vez más presente en las cartas de los restaurantes más gourmets de todo el mundo. Y es que este bocadillo da mucho juego para hacer combinaciones de lo más atrevidas e incluir ingredientes de todo tipo y clase.
¿Te atreves a prepararla en casa? Hacer una buena hamburguesa no tiene mucha dificultad aunque, eso sí, antes de lanzarse a preparar opciones creativas, es fundamental conocer algunas claves para que quede de diez.
Así debe ser la carne
Para hacer una buena hamburguesa es básico tener en cuenta que la carne es la protagonista indiscutible de este plato. Es clave contar con una buena carne picada, de calidad y que esté bien picada. Olvídate de los preparados comerciales que venden en bandejas y pídele a tu carnicero una buena carne picada de ternera. El momento de cocinarla también es muy importante ya que debe quedar dorada por fuera y al punto en el interior, para que conserve la jugosidad. Nada de hacer un disco arma arrojadiza de lo pasada que la prepares.
Para que quede bien cocinada, los expertos suelen recomendar que la hamburguesa pese entre 125 y 250 gr, no más de esta cantidad, para que se haga correctamente.
Lo ideal es prepararla a la brasa, para que adquiera ese toque ahumado tan interesante. Pero si no es posible, se puede cocinar a la plancha, en una sartén dentada.
¿Y los acompañamientos?
Otro de los secretos de este plato está en contar con un buen pan, que sea tierno pero que tenga la consistencia suficiente para no romperse al humedecerse con los jugos que suelte la carne y del resto de ingredientes.
Y en lo que tiene que ver con los acompañamientos, si quieres preparar una hamburguesa clásica necesitarás queso cheddar, que puedes colocar sobre la carne mientras está en la parrilla para que se funda ligeramente, un poco de bacon crujiente, lechuga, tomate y terminar con algo de kétchup o de salsa barbacoa.
No lo dudes y sigue nuestros consejos para preparar una hamburguesa de lujo en casa. ¡Te va a encantar!
Las claves de una buena hamburguesa
Hay muchas formas de preparar una hamburguesa, pero la hamburguesa tradicional es la americana. Desde New York Burguer nos ofrecen los trucos para prepararla.

Carne picada
Una buena hamburguesa lleva carne de calidad y bien picada. Podemos ir a la carnicería para asegurarnos de que la materia prima que nos llevamos cumple ambos requisitos. Una buena picada potencia el sabor y consigue una melosidad agradable en boca.

A la parrilla
La verdadera hamburguesa, la tradicional, está hecha a la parrilla. Si no tenemos parrilla ni barbacoa podemos utilizar la sartén para freír la carne, pero es mejor que sea una sartén con base dentada, ya que consigue un efecto similar al de la parrilla y preserva mejor su sabor.

Pan
Existen tantos panes como gustos, desde integrales, con semillas de sésamo o amapola, foccacia acompañada de romero y aceite o hasta de cereales, pero hay una condición básica: todos deben tener una miga blanda para que se empape del jugo de los ingredientes y que permita que éstos se entremezclen.

Vegetales
Hay vegetales básicos que siempre se han añadido a la hamburguesa, como la cebolla, que puede utilizarse de diferentes formas: a la plancha, cruda, caramelizada, morada o chalota… Lo que siempre se busca es que los vegetales que se echan en la hamburguesa aporten frescor y dulzor. Pueden añadirse opciones más innovadoras y exóticas, como el guacamole o salsa casera de arándanos o frutos rojos.

Queso
El queso es un ingrediente básico y clave en una hamburguesa al más puro estilo americano y tradicional. El cheddar es el queso básico, aunque se puede usar el que más se adapte a nuestros gustos. Desde un queso más fuerte como el azul o un rulo de cabra hasta uno más suave como el brie o el provolone.

Salsas
Las salsas son también otro de los ingredientes claves en una hamburguesa. Hay muchas opciones, pero en la receta tradicional el kétchup y la mostaza son fijas. La mayonesa y la salsa barbacoa también son buenas opciones, pero sea la salsa que sea la que elijamos, hay que agregarlas en poca cantidad, porque echar demasiada salsa puede eclipsar el sabor del resto de los ingredientes y perder la esencia.
