Sofia Coppola revela el desgarrador retrato de Priscilla Presley

La cinta que se estrena ahora en cines, muestra una cara desconocida de la estrella del rock como un hombre controlador que comenzó su relación con Priscilla cuando ella tenía solo 14 años
Priscilla y Elvis

La directora Sofia Coppola, nos relata la oscura y conmovedora historia de Priscilla Presley, la esposa de Elvis, en un filme que va más allá del glamour superficial para explorar los aspectos más íntimos y dolorosos de su vida.

Boda de Priscilla y Elvis.

En esta obra, la joven pero destacada actriz Cailee Spaeny, merecidamente galardonada con la Copa Volpi en el Festival de Venecia, encarna a Priscilla, una mujer cuya historia ha permanecido mucho tiempo en la penumbra, oculta tras la imponente figura del "Rey del Rock". 

Coppola, maestra en el cine de autor contemporáneo, logra plasmar de manera magistral el lado más crudo del privilegio, la soledad inherente a la fama y la vulnerabilidad que se esconde tras la riqueza.

La narrativa se centra en la década y media que Priscilla Presley compartió con Elvis, una relación que dista de ser un cuento de hadas. La película desentraña una trama de terror emocional, donde Priscilla se convierte en víctima de anulación psicológica, chantajes y abusos en un entorno machista que la aisló y limitó su crecimiento personal.

Cailee Spaeny caracterizada como Priscilla.

Este esperado filme biográfico busca dar voz a una mujer que merece que su versión de los hechos sea finalmente escuchada. Priscilla describe su vida como la de una mujer moldeada por Elvis desde la tierna edad de 14 años. 

Le conoció en 1959 en una base del ejército estadounidense en Alemania. Pronto se revelaron las sombras de una relación desequilibrada, afectada por la diferencia de edad, experiencia vital y recursos económicos.

Fotograma de la película 'Priscilla'. - @Gaceta Salamanca

La película destaca por la poderosa actuación de Cailee Spaeny, quien, junto al emergente talento de Jacob Elordi, ofrece una interpretación impactante de su relación. 

El filme captura la magia inicial del enamoramiento para luego sumergirse en las complejidades y adversidades que Priscilla enfrentó, desde las restricciones impuestas por Elvis en su vida cotidiana hasta los problemas derivados de las drogas y el adulterio.

Sofia Coppola demuestra una vez más su destreza en la puesta en escena, recreando con detalle la mansión de Graceland y capturando una atmósfera casi fantasmal a través de la impresionante fotografía de Philippe Le Sourd. Aunque las canciones de Elvis no suenan en la película debido a restricciones de derechos, la ausencia de su repertorio resalta la pérdida de la aura de mito que rodeaba al personaje.

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