A veces tras una fachada cómica, alta dosis de humor y muchas risas, se esconde un mal momento personal. Eso es lo que ha vivido el último año Yolanda Ramos, actriz y humorista que ahora podemos ver en la serie Un nuevo amanecer.
Coincidiendo con la promoción de la serie, Yolanda ha hablado en varias entrevistas sobre su vida personal y hemos podido saber que el último año no ha sido nada fácil para ella, hasta el punto de tener que retirarse brevemente ya que se encontraba hundida en una fuerte depresión.

La intérprete de "La que se avecina" o "Paquita Salas", ha acaparado titulares a raíz de su entrevista en el podcast "La Script", conducido por María Guerra, donde habló del dolor que le produjo el divorcio de su marido, Mario Matute, acontecido hace un año y del que no se sabía nada. Este momento coincidió con el doloroso fallecimiento de su madre, a quien estaba profundamente unida.

La actriz describió el difícil proceso de rodaje de la serie, realizado en apenas seis semanas, en medio del duelo y la desintegración de su matrimonio: "Hacía un mes que había muerto mi madre y hacía muy poco que me había divorciado, con lo que eso significa".
Detrás de la fachada pública de éxito y alegría, de las entrevistas y de las apariciones en televisión, siempre en clave de humor, Yolanda Ramos enfrentaba una lucha contra la depresión, exacerbada por la pérdida de su madre, el divorcio y las exigencias del trabajo.

La actriz, conocida por su sensibilidad, reconoció haber sufrido una "depresión de mil pares de narices" durante este difícil período, agradeciendo el apoyo de su amigo y colaborador, José Corbacho.
Un matrimonio roto después de 14 años juntos

La relación entre Yolanda Ramos y Mario Matute, se remonta a su encuentro en la versión española de "Saturday Night Live" en 2009, donde ella actuaba y él ejercía de técnico. El amor surgió casi a primera vista y fue él quien, nada más ver a Yolanda, se coló en las oficinas de producción para conseguir su número de teléfono y llamarla.
A pesar de la diferencia de edad, él es más joven que ella once años, su historia de amor, iniciada en el set, duró catorce años y dio lugar a una hija, Charlotte, nacida en 2010 tras un largo proceso de fecundación in vitro y varios abortos.

Aunque los motivos específicos de su separación no han sido revelados, todo indica que ambos mantienen una relación cordial por el bienestar de su hija y de sus negocios conjuntos, como el restaurante La Esperanza en el Barrio de las Letras de Madrid, que continúa operando.