En los capítulos anteriores de Mi nombre es Farah, Tahir ahonda en el pasado del padre de Kerimsah y el que, hasta ahora, había sido el único amor en la vida de Farah. La doctora abre su corazón a su marido y le cuenta toda la verdad a Tahir acerca de su pasado con el padre de su único hijo. Una verdad que es incómoda y, al mismo tiempo, bastante dolorosa para ella.
Por otro lado, Farah quiere vengarse de Ali Galip tras enterarse de que él estaba tras la muerte del donante de su hijo y, también, al sentirse traicionada por la sobrina de este. La doctora sabe que us hijo puede correr grave peligro estando bajo el mismo techo de su enemigo y se presenta en su casa para llevarse a Kerimsah de ahí.
En el capítulo de esta tarde, un secreto revelador llega a los oídos de Farah, mientras que Vera y Ali Galip tienen una conversación sobre el pasado de Tahir a escondidas, en el despacho de su hogar. Por su parte, Farah toma una importante decisión sobre el cambio de rumbo que ha tomado su vida y le hará una inesperada proposición a Tahir.

Mehmet sabe que cada día está más cerca de atrapar al famosos ‘cordero negro’ y no parará hasta conseguirlo. Lo que no sospecha es quién es la persona que se esconde bajo ese apodo. Una verdad que podría costarle la vida y que podría destruirle en un abrir y cerrar de ojos. Por su parte, Tahir y Farah están más unidos que nunca. Después de poner sobre la mesa sus sentimientos, la pareja está decidida a luchar para estar junta y defender su amor ante quien sea.
Pasados unos días, Tahir recibe una llamada amenazante desde Irak, después de que su abogado ahondara un poco más en el pasado de Farah y tratase de averiguar quién era el padre de Kerimsah y dónde se encuentra ahora. Ajena al peligro que se cierne sobre el hombre, Farah se entera de que es el cumpleaños de su marido y decide organizarle una sorpresa a sabiendas de que a Tahir no le gustan este tipo de celebraciones. Veremos si Tahir está de humor para globos y serpentinas después de esta intrigante conversación telefónica.