Si un experto en protocolo y etiqueta te viera comerte la sopa, y si me viera a mí también, nos diría que llevamos toda la vida haciéndolo mal. Igual crees que tu rompes ninguna de las reglas sociales en la mesa que tienen que ver con este plato. Por mucho que repasas cómo comes la sopa, no lo ves. Sin embargo, ya te adelanto que es casi imposible que no cometas algún error de los que apuntamos en esta pieza que arranca aquí.
En uno de sus vídeos divulgativos compartidos en redes sociales, la experta en protocolo y etiqueta María José Gómez y Verdú cuenta cómo se come la sopa según las normas más estrictas. Tan estrictas, de hecho, que pide perdón por la raya central del mantel, esa que tienes en el de casa multiplicada por tantos pliegues tenga tu ule cuando lo guardas…
Bromas aparte, el vídeo es muy interesante como experimento sociológico, como juego incluso, porque no te vas a empezar a comer así la sopa si no lo hacías ya antes, pero sí te puedes echar unas risas solo, en familia o con amigos comprobando cuántas reglas cumples y cuántas no al comer la sopa en casa o en un restaurante.
El decálogo de normas para comer una sopa
A continuación, a partir del interesante vídeo compartido por la experta en protocolo, hemos elaborado un decálogo de normas de cómo comernos la sopa adecuadamente. A ver si apruebas…
- El plato: los platos hondos nunca se colocan sobre el mantel, de manera que debemos servirlos siempre con un plato llano debajo. ¿Lo cumples?
- La forma de la cuchara: tiene que ser ligeramente ovalada de forma y no redonda completamente porque “no es lo mismo sopa que consomé”, dice María José Gómez y Verdú. Las cucharas redondas se reservan para el consomé porque no hay que cortar nada.
- Nada de cuchillos: si tienes algo que cortar en la sopa, nada de cuchillos. Da igual si es verdura o carne blanda, algo que sí hay que hacer a veces con la sopa: siempre se corta con el filo la cuchara. Ni tenedor ni cuchillo.

- La posición de las cucharas: esta norma te la regalamos para que no saques un 0 en el test de comer la sopa según el protocolo. La cuchara, al poner la mesa, siempre se coloca a la derecha del comensal, también la de consomé.
- El movimiento: esta norma no la cumplirán la mayoría de personas que coman sopa en casa, ya que resulta que “la sopa siempre se come desde el centro hacia el exterior”. vamos, que tienes que olvidarte de coger de los bordes porque está menos caliente. Y encima, por si lo hacías bien, la norma tiene segunda parte: la cuchara “nunca va hacia la persona, sino hacia fuera”, alejándote de tu cuerpo. “De esta forma podemos evitar muchas veces mancharnos la ropa”, explica la experta en protocolo. Resumen: desde el centro hacia el borde más alejado de ti y, desde ahí, a la boca.
- Puedes tocar el borde… sin pasarte: dentro de este movimiento correcto, según el protocolo, para comer la sopa, sí está permitido tocar “con la barriguita” de la cuchara el borde del plato antes de llevártela a la boca. Esto no es lo mismo que darle y golpe o arrastrar de más la cuchara. Es sutil y ligero el movimiento. Delicado porque los ruidos, de todo tipo, hay que evitarlos, según María José Gómez y Verdú.
- Nada de sorber: por supuesto, al no ser chinos o japoneses, nos olvidamos de sorber la sopa o consomé. Te puedes llevar una cantidad mínima a la boca para comprobar la temperatura sin sorber. Y si está caliente, ”esperaremos y daremos conversación a nuestros invitados”, dice la especialista en protocolo.
- Tampoco se bebe: solo se bebe el poquito de sopa que te puedes llevar a la boca para probar si está caliente, poquito de caldo que tienes que llevar mediante la cuchara. Esto es, ni aunque la sirvas en bol puedes cogerlo para beber el caldo de la sopa. Ya, a mí también me gusta dejarme unos fideos solos, sin caldo, para el final, pero el protocolo esto lo prohíbe…
- La boca no va al plato: no podemos agacharnos, ni siquiera mínimamente, hacia el plato para acortar el recorrido de la cuchara. En Asia, el bol se coloca junto a la boca. Aquí no solo no podemos levantarlo de la mesa, sino que tampoco podemos hacer por agacharnos. “No va la boca al plato, sino que es el cubierto el que va a la boca”, indica María José Gómez y Verdú.

- La posición del cubierto al acabar: cuando te hayas terminado la sopa, la cuchara solo puede colocarse en tres posiciones: las 3 y cuarto, las 4 y 20 y las 6 y media. Esta última, según María José Gómez y Verdú, es la más adecuada porque “el personal de servicio puede retirar el plato hondo y el llano de forma mucho más fácil y sencilla”.