Formas deliciosas de utilizar la naranja en cocina

Recopilamos nuestras ideas favoritas para mostrarte la versatilidad de un producto que no puede faltar en casa en los próximos meses.
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A muchos noviembre “les sabe” a otoño, a hojas amarillas y marrones que se caen de los árboles. A otros, los que pensamos 365 días al año los 7 días de la semana en comida, nos sabe a naranja, la fruta que llevamos esperando durante muchos meses para tenerla en nuestros fruteros. 

Aunque ya desde octubre hay algunas naranjas nacionales tempranas, es a partir del onceavo mes del calendario cuando irrumpe con fuerza en fruterías y supermercados este manjar de origen nacional, con las valencianas a la cabeza.

Como te explicamos en esta pieza, son múltiples las variedades de esta joya frutícola que también se produce en otras zonas de España como Murcia, Extremadura y Andalucía, y es por ello que su temporada se alarga hasta verano con las variedades que se utilizan sobre todo para hacer zumo.

Cambia el tamaño, pero también la acidez, la jugosidad, la textura y, cómo no, el sabor. Las más dulces son las que casi todo el mundo prefiere para tomar en mesa, mientras que, como te contamos en esta pequeña guía, las ácidas se suelen usar para elaboraciones como el zumo, los postres o los platos salados. 

Y es que la naranja es una fruta con muchísimo recorrido, que va más allá de pelar y degustar en crudo. Se pueden hacer auténticos manjares con su zumo, con su piel rallada y en ocasiones también con su pulpa. A continuación, te contamos algunas de las ideas que más nos gustan de todas las que hemos probado para mostrarte la versatilidad que tiene este producto que no puede faltar en tu mesa en los próximos meses. 

Verás que no son solo recetas dulces, ni mucho menos, ya que por sus características ácidas y por su aroma intenso e inconfundible, la naranja, como pasa con el limón o lima, sin ir más lejos, es el complemento perfecto también en platos salados de carne y pescado. Solo necesitas conocer la idea para poder desarrollarla luego en casa y atreverte a hacer pruebas con ella porque no tienes nada que perder; será difícil que la naranja empeore cualquiera de tus recetas caseras. Y menos si tomas nota de lo que compartimos contigo a continuación.

Y recuerda que no es lo mismo el zumo que la fruta entera…

Bizcocho

En general, es el limón el producto estrella para hacer bollos caseros por la acidez de su ralladura, pero el bollo de naranja, para el que se utiliza parte de su zumo, es una alternativa fina y equilibrada. Más rica imposible.

Platos de pescado

El pescado que más se cocina con naranja seguramente sea el salmón y no es para menos porque la combinación es espectacular, especialmente si la miel y el jengibre se encuentran también en la receta. Pero también podéis cocinar, por ejemplo, un lomo de merluza con salsa de naranja. 

Ensalada

En una ensalada con elementos dulces, como las pasas por ejemplo, las naranjas siempre funcionan. También en ensaladas tipo morunas, con salsa de yogur y bulgur, por ejemplo. Pero si hay una ensalada por la que tenemos predilección que lleve naranja es esa que lleva una base verde, las mencionadas pasas, un fruto seco como las nueces y, como ingrediente principal, perdiz escabechada. Por supuesto, el escabeche de la lata sirve para el aliño.

Confitada

Si lo tuyo son los contrastes de acidez y dulzor, las naranjas confitadas lentamente y con la cantidad justa de azúcar son pecado de dioses. Una pista si estás en Donosti o alrededores: la que sirve el equipo de Paulo Airaudo en el desayuno del Hotel Villa Favorita de San Sebastián. ¡Qué desayuno el suyo!

Cremas

En crema la naranja es tan versátil que la podéis tomar como postre si tomáis nota de ideas como la crema de naranja y canela de Eva Arguiñano o si la combináis con yogur y hacéis una especie de mousse de yogur y naranja, o como entrante si forma parte de cremas saladas. En este caso, puede ser el ingrediente principal o combinar, por ejemplo, con zanahoria. 

Platos de ave

Simplemente asar un pollo no solo metiendo limones o boniatos con él al horno, sino introduciendo en la ecuación también a la naranja ya se una muy buena idea. No os olvidéis de su zumo si preferís dejar el pollo la noche entera en una nevera metido en una bolsa zip con yogur, zumo de limón, hierbas o cualquier otro ingrediente con el que os guste macerarlo. Y, por supuesto, la naranja es una compañía magnífica también para el resto de aves. Sin ir más lejos, el pato a la naranja es un clásico que nunca falla.

Chocolate

Preparad vuestro chocolate casero o vuestra crema de cacao y avellanas e incluid trocitos de naranja en la elaboración, no os arrepentiréis. Ya sé que existen muchos prejuicios con el chocolate con naranja pero es una delicatessen que cuando está bien ejecutada y equilibrada de sabor es inigualable.

Helado

Clásico entre clásicos, no hay fruta que se resista a un buen helado en manos de maestros heladeros. En casa también podéis practicar hasta conseguir un helado que mantenga la esencia de la naranja, la acidez y el frescor. Que tire a sorbete y no a nata con naranja es la clave. Ideal para completar dulces calientes e incluso algún plato salado, no solo para comer solo.

Pasta

La pasta a la naranja es una de las combinaciones más infravaloradas y que menos se hacen con este ingrediente base. Te lo recomendamos probar. Podéis meterle unos mejillones, por ejemplo, o algún otro ingrediente al gusto que acompañe la salsa de naranja principal. También el pollo, por ejemplo, le va bien.

Arroz

Además de incluirlo como complemento en distintas elaboraciones originales, hay un plato bastante clásico de la gastronomía que es el arroz de la naranja, una elaboración que poca gente conoce porque está en olvido y merece la pena recuperarla para incluirlo en el menú semanal de otoño e invierno de vez en cuando.

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