Aunque amaine el calor, aún sigue apeteciendo tomar recetas de cremas fresquitas. Por ello hoy os traemos una propuesta de crema ligera de tomate, muy fácil y saludable de la mano del cocinero Karlos Arguiñano. No obstante, esta receta también se puede servir caliente, así que tu decides. Y lo mejor es que es apta para vegetarianos y veganos. Veamos cómo prepararla.

- Lava los tomates y córtalos en cuartos. Si prefieres, puedes pelar los tomates escaldándolos en agua caliente durante unos minutos y luego retirando la piel, pero no es necesario si los tomates están muy maduros.
- En una olla grande, calienta el aceite de oliva a fuego medio. Agrega la cebolla, el ajo y la zanahoria picados. Cocina hasta que las verduras estén tiernas y la cebolla esté transparente, aproximadamente 5-7 minutos.
- Agrega los tomates a la olla y cocina por unos minutos hasta que comiencen a ablandarse y liberar sus jugos.
- Añade el caldo de verduras a la olla y lleva la mezcla a ebullición. Reduce el fuego y deja cocinar a fuego lento durante unos 15-20 minutos, o hasta que los tomates estén completamente tiernos.
- Retira la olla del fuego y permite que la mezcla se enfríe un poco. Luego, usa una licuadora de mano o una licuadora de pie para mezclar la sopa hasta que esté suave y cremosa. Si utilizas una licuadora de pie, asegúrate de permitir que la sopa se enfríe un poco antes de licuarla para evitar que salpique.
- Vuelve a colocar la sopa en la olla y caliéntala a fuego lento. Si encuentras que la sopa está demasiado espesa, puedes agregar un poco más de caldo de verduras para obtener la consistencia deseada.
- Prueba la sopa y ajusta el sazón con sal, pimienta y azúcar (si es necesario) para equilibrar la acidez de los tomates.
- Sirve la crema de tomate caliente, decorada con hojas de albahaca fresca o perejil picado si lo deseas. También puedes agregar una cucharada de crema agria o yogurt griego en cada plato antes de servir, si prefieres una crema más rica.