La gastronomía italiana es muchísimo más que pasta y pizza. No nos cansaremos de insistir en ello. Y no hay mejor forma de demostrarlo que compartiendo recetas de platos tradicionales que puedes encontrar en un viaje por su rico territorio y que también puedes hacer en casa. Te traemos un nuevo ejemplo: el supplì.
Con este peculiar nombre se conocen a las croquetas de arroz italianas, típicas del Lazio en general y de Roma en particular, que estéticamente se parecen bastante a las nuestras pero cuyo concepto es muy distinto. Solamente por el hecho de que tienen al citado cereal como ingrediente principal, que en nuestras croquetas no aparece ni por asomo.
Como casi todas las elaboraciones de este estilo, se cree que su origen está en la cocina francesa. En concreto, a comienzos del siglo XIX, en tiempos de Napoleón Bonaparte. Entonces la receta de esta bolsa de arroz rellenas de carne utilizan aquella materia prima que fuera típica de la zona, de ahí su nombre, supplì, sorpresa en castellano. Otras fuentes advierten de que lo típico era hacerlos con hígados de pollo, pero los más comunes son los de queso mozzarella, simplemente, o los de carne.
En cualquier caso, actualmente, como casi todas las recetas populares tradicionales, existen múltiples versiones de los supplì, no solo de carne. También los hay vegetales, de marisco, de otros tipos de carne… Es un antipasti, en definitiva, muy versátil, ideal para competir antes de la pasta o de la pizza. Y quizá te recuerde, si lo conoces, al arancino de Sicilia, del que te hablamos aquí, otro platillo típico italiano que se parece bastante a nuestras croquetas. Al fin y al cabo, son platos de cocina de aprovechamiento, como también lo es la tortilla de pasta, la frittatine, el antipasti napolitano del que te hablamos recientemente aquí.
Y ahora sí, una vez expuesto el contexto, vamos a lo importante, la receta de los supplí de carne, por si te animas a prepararlos en casa. Nosotros hacemos la receta del blog de cocina italiana La ragazza col mattarello.
Ingredientes
- 350 g de arroz para risotto
- Media cebolla dulce o una pequeña
- Apio y zanahoria
- 150 g de carne picada, preferiblemente de ternera
- 350 g de tomate rallado
- Medio vaso de vino blanco seco
- 1 l y medio de caldo de carne
- 75 g de parmesano
- 200 g de mozzarella
- Albahaca fresca
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal
- Pimienta
- 2 huevos
- 150 g de pan rallado
Elaboración
Paso a paso
Sofreír la cebolla picada muy fina en una sartén o cacerola para preparar luego el risotto en ella.
Añadir la zanahoria y el apio picado. Seguir cocinando.
Cuando se haya hecho el sofrito, añade la carne picada, previamente salpimentada a gusto.
Cuando la carne se haya dorado, añade el vino blanco. Deja que se evapore.
Incorpora el tomate rallado y salpimenta el sofrito al gusto. El sofrito para supplì debe ser denso, que el tomate pierda toda su acidez, para lo cual debes dejar que cocine a fue medio bajo un rato.
Incorpora el arroz al sofrito, removiendolo un par de minutos.
Cuando esté mezclado con el sofrito y los granos empiecen a perder el color blanco, añade el caldo poco a poco.
En el risotto es esencial no añadir todo el caldo de golpe. Tienes que ir remojando el arroz y removiendo, con mucha paciencia. Una vez el arroz absorba el caldo, vuelves a mojarlo y remover, y así sucesivamente hasta que esté listo el arroz.
Corrige de sal de vez en cuando.
Apaga el fuego, añade todo el parmesano y las hojas de albahaca, y remueve bien. Deja que repose un poco y cuando esté más bien frío, extiéndelo en una bandeja muy grande para que se enfríe del todo. Cubre el arroz con film de plástico para que no se reseque. También puedes meterlo en la nevera.
Cuando se enfríe del todo, tienes que hacer bolitas con el arroz introduciendo una barrita de mozzarella en medio. Comprime bien para que quede el queso integrado.
Pasa los supplí por huevo batido, reboza con harina y fríe en abundante aceite.
Escurre con papel de cocina y sirve.
