Pastel picadura de abeja: así es la tarta alemana más deliciosa

¿Alguna vez has oído hablar del pastel picadura de abeja? Que no te asuste su curioso nombre: esta tarta de origen alemán -Bienenstich en su idioma original- se llama así por una leyenda del país germano. Según cuentan, en una histórica batalla entre las ciudades de Linz am Rheim y Andermach, unos aprendices de panadería se protegieron de los soldados enemigos lanzando paneles de abejas contra ellos.

Para celebrar su triunfo y la huida de los soldados, que terminaron llenos de picaduras, los aprendices crearon este pastel, elaborado con una masa levada, ligeramente dulce y que se remata con una cubierta de mantequilla y almendras. ¿El resultado? Un postre de lo más apetitoso y con un sabor espectacular, que lleva décadas siendo uno de los postres favoritos de los alemanes. ¿Interesada en descubrir el delicioso sabor de esta tarta alemana? Te enseñamos cómo puedes prepararla en casa de una forma muy fácil. ¡Toma nota!

Ingredientes que necesitas:

Para la masa:

Para la cubierta:

Paso a paso

Para empezar, en un bol tamiza la harina junto con la pizca de sal. Añade también la mantequilla bastante ablandada, el azúcar y la levadura desmenuzada. Por otro lado, en otro recipiente mezcla la leche con un huevo y añade la mezcla al bol anterior.

Revuelve todos los ingredientes hasta conseguir una masa uniforme y elástica. Después, enharina una superficie lisa (la encimera, por ejemplo) y amasa la masa estirándola y haciéndola una bola. Coloca la masa en un molde grande, tápala bien con papel film y déjala reposar durante al menos 30 minutos.

Mientras tanto, prepara la cubierta del pastel. En una cacerola al fuego medio caliente el azúcar, la leche y la mantequilla. Añade también las almendras picadas y mezcla bien todos los ingredientes.

Para terminar, vierte la mezcla líquida sobre la masa en el molde, esparce unas pocas almendras más por la superficie y mete el pastel al horno. 30 minutos a 180ºC serán suficientes. ¡Y listo! Puedes tomar el pastel así, o bien cortarlo por la mitad y rellenarlo con nata batida o incluso natillas. ¡Y a disfrutar de él!