La tarta de queso celebró hace unos días su Día Mundial. Famoso a nivel mundial como pocos postres, este icónico dulce tiene múltiples versiones. En España está carísimo colocar una receta entre las mejores del país por el nivelazo general que hay en nuestros restaurantes. Eso sí, ninguna goza de la popularidad de la tarta de queso de La Viña.
De textura cremosa y bordes tostados, es una tarta dulce que no tiene base de ningún tipo. Además, el horno es clave porque se deja con un toque fluido, que no semilíquida como se han llevado tanto las tartas de queso en los últimos años. De hecho, esta del famoso bar La Viña del casco viejo de San Sebastián es una de las precursoras de este tipo de cheescakes, si bien esta es más esponjosa, como las tartas de queso centroeuropeas.
Afortunadamente, hace años que la receta de La Viña —hace más de 30 años que la elaboran— es pública; la han compartido numerosos especialistas gastronómicos es innumerables ocasiones, de modo que puedes intentar prepararla en casa. No podrás disfrutar la tarta, salvo que vivas en San Sebastián, en las calles de su centro histórico, la terraza del bar o en el muro frente al Kursaal, donde tanta gente la degusta a diario, pero por lo menos podrás testar si está tan rica como dicen.
Ya verás que es muy sencilla de hacer esta bomba dulce. Pero está buenísima y “un día es un día”. Lleva mucho azúcar y mucha grasa y al no incorporar ningún queso fuerte, solo crema, el sabor es muy suave pero también característico. Es ideal para los amantes de los postres dulces y cremosos.
Eso sí, aunque veréis que la tarta que sale es grande, sobre todo por gruesa, nuestra recomendación es que ajustéis con las porciones porque llena mucho y puede empalagar. Si tomáis una porción en su justa medida, es irresistible, así que quedaros con ese regusto en boca que os pide un bocado más. Ese es el límite ideal para tomar la tarta de queso de La Viña sin empacharse.
Ingredientes
- 1kg de queso crema ( Philadelphia es el que usan en La Viña)
- 500 ml de nata líquida (más de 30% materia grasa)
- 1 cucharada sopera de harina
- 5 huevos
- 350-400 gr de azúcar
- 1 cucharadita de extracto de vainilla
Elaboración
Precalienta el horno a 200 grados.
Mezcla los huevos y el azúcar. A ser posible, en la amasadora si dispones de él en casa. Bate muy bien hasta que quede mezclado. No uses varillas: usa el citado robot amasador o una batidora como alternativa óptima.
Añade la nata, el queso y la cucharada de harina. Mezcla despacio hasta que no queden grumos del queso.
En un papel de horno colocado sobre un molde redondo, vierte el contenido.
Hornea durante 50 minutos con ventilador solo. Depende de tu horno, puede que baste con 45 minutos. Es fundamental el toque de horno para que esté cremosa por dentro y dorada por fuera. Puede que la saquéis casi líquida; no pasa nada porque luego solidifica lo justo y pierde también algo de su volumen.