Si ya sabéis que soy muy goloso, este es uno de esos postres que, además, me transporta a mi niñez, a esos domingos en los que mi abuela preparaba arroz con leche. Me encantaba esa capita espesa que se formaba encima de cada taza y, por alguna extraña razón, solían todos los platos llegar a la mesa sin esa capita...
A día de soy seguiré diciendo que yo no era el culpable… Aunque todos sabían que sí que lo era. Nunca he podido igualar a mi abuela ni en esta ni en mucha recetas, pero la verdad es que cada vez que la cocino me sale una sonrisa recordando a la que fue mi segunda madre, y una de las mejores cocineras que he visto en mi vida. Sí, al final, va a ser que debajo de esta apariencia de tipo duro soy muy sensible. Bueno, a lo que estamos: a cocinar.
Ficha
Tiempo de preparación min
Tiempo de preparación 15min
Tiempo de cocción 45min
Porciones 4
Tipo de receta (n/a)
Ingredientes
- Litro y medio de leche entera
- 20 gramos de mantequilla
- 1 vasito de nata de cocinar
- 2 tazas pequeñas de azúcar (170 gramos)
- 1 taza pequeña de arroz (90 gramos)
- 1 cáscara de limón
- 1 rama de canela
- 4 hojas de menta
- 20 gramos de azúcar de caña
Preparación
Pon en una cacerola (sin encender el fuego todavía) un litro y medio de leche entera fría, 20 gramos de mantequilla, una rama de canela, la cáscara de un limón y una taza pequeña de arroz (90 gramos)
Una vez tengamos todo en la cazuela ponlo a fuego fuerte y remueve bien con una cuchara de madera para evitar que el arroz se nos pegue y suelte bien todo el almidón
Esto hará que nos quede mucho más cremoso
Pasado este tiempo ponemos el fuego al mínimo y lo dejamos así durante 20 minutos
Pasados 15 minutos, le añadimos 2 tazas pequeñas de azúcar (170 gramos), y lo dejamos los 5 minutos restantes a fuego muy suave
Veréis que poco a poco va a ir espesando, y si, aún así, veis que no está muy cremoso no pasa nada, porque nos quedaría el último paso y casi el más importante: le vamos a añadir un vasito de nata de cocinar
Exacto, nata de cocinar
Lo mezclamos todo muy bien, retiramos la peladura de limón y la rama de canela, lo vertemos en unos cuencos y lo dejamos enfriar
Hay quien lo introduce directamente a la nevera, pero en mi caso me gusta dejarlo a temperatura ambiente para que cuando lo vayamos a comer este templado y no frío
Y justo antes de servirlo, le añadiremos a cada cuenco un poco de azúcar de caña y lo quemaremos con un pequeño soplete de quemar, una hojita de menta justo encima y ya tendríamos nuestro fabuloso arroz con leche listo para degustar
Y si a vosotros también os traslada a vuestra niñez, esta receta va por todas nuestras abuelas y madres, que siempre sacaban un hueco para hacer lo que más nos gustaba: disfrutar