La ropa vieja es uno de los platos más económicos y deliciosos para preparar. Como base se suele utilizar los garbanzos de un cocido madrileño u otro potaje. Este plato es de aprovechamiento y es un gran tesoro gastronómico.
Se suele consumir en varias comunidades autónomas de España como Castilla-La Mancha, Madrid o las Islas Canarias. El puchero es la clave del éxito de su receta. Su consumo se ha extendido a toda España.
Cuando cocinamos cocido solemos hacer más del que necesitamos, por lo que se puede aprovechar para otras recetas. Aunque existen muchas recetas para poder utilizar estos restos, la ropa vieja es una gran opción.
Se trata de un sofrito de ajo y cebolla, tomate (opcional) mezclado con carne y verdura picada de un potaje. Su textura final debe ser untuosa y melosa. Recuerda no pasarla demasiado para que no quede seca (o pastosa). Para consumirla se puede tomar con huevo frito o huevo poché por encima.
Por otro lado, este plato es un icono de nuestra gastronomía y también de otras cocinas internacionales como la cubana, la colombiana, mexicana u hondureña. En las Islas Canarias, el sofrito suele incluir pimentón también. Por otra parte, los cubanos echan orégano y vino tinto. Además, solo utilizan carne de res.
En la Costa del Caribe, este plato se prepara con arroz blanco, plátano maduro y frijoles. Asimismo, esto se puede usar como relleno en arepas. En Venezuela, se utiliza como acompañante de un plato típico, el pabellón criollo (una receta a base de arroz, carne mechada, caraotas y plátano maduro frito). Y también para relleno de arepas como la “arepa pelúa”.
Si te apetece probarlo y no sabes cómo, te explicamos el paso a paso. Es muy sencillo y te permite aprovechar otros platos. Necesitarás una cebolla, 300 gramos de sobras de cocido (verdura, legumbres, carne), una cucharada sopera de pimentón dulce, dos dientes de ajo y tres cucharadas de aceite de oliva virgen extra.
En primer lugar, hay que preparar las sobras del cocido o cualquier otro puchero tradicional de garbanzos. Utilizaremos principalmente garbanzos, verduras (zanahoria, repollo, patata), y carne. Para ello, se debe de picar muy fino para que todos los trozos tengan el mismo tamaño. Si tienes sobras de caldo, las utilizaremos también más adelante para dar sabor al conjunto del plato.
Posteriormente, picaremos la cebolla muy pequeña y la doraremos en la sartén hasta que quede bien hecha. Los dientes de ajos debemos picarlos también muy finos y freírlos con aceite de oliva en la sartén a fuego bajo. Cuando esté dorado, apagamos el fuego y echamos el pimentón para que se mezcle con el aceite y los ajos.
A continuación, vertemos la mezcla de garbanzos, carne y verduras a la sartén y mezclamos todo bien. Cocinamos durante diez minutos para juntar el sofrito adecuadamente. Algunos alimentos que pueden dar más sabor son el morcillo, el chorizo o el tocino.
Para terminar, echa dos cucharones de caldo de cocido al final para obtener un resultado meloso y delicioso. Este paso es opcional, por lo que puedes prescindir de ello y comerlos crujientes. La ropa vieja se puede acompañar con un poco de vinagre aromático para dar sabor. ¡Y a disfrutar!