¿Qué debes saber sobre el pastel de cabracho?
El pastel de cabracho es una receta típica del norte de España, que es típica de la cocina asturiana pero que cada vez se prepara en más sitios de nuestro país. Fue popularizada por el chef Juan Mari Arzak durante los años 70 y en la actualidad ha variado mucho, tanto de forma de presentarlo como en los ingredientes que se utilizan, se puede hacer al horno, en sopa o incluso incluirlo en la ensalada.
Entre sus puntos fuertes hay que destacar su delicioso sabor y su presentación. Es una receta que se prepara en poco tiempo y un plato que se conserva perfectamente durante varios días, es decir que la puedes dejar lista dos o tres días antes y ahorrarte trabajo el día de la cena o comida en cuestión.
El cabracho es un tipo de pescado blanco, que se encuentra en una profundidad alrededor de los 10 y 500 metros. Su nombre correcto es Scorpaena scrofa y es el pescado más conocido de su familia, debido su valor gastronómico. Su carne es tierna y con un ligero sabor a marisco, lo que la convierte en una exquisitez para cualquier paladar. No se usa demasiado en la cocina porque tiene muchas espinas y salvo en preparaciones de este tipo donde se saca la carne, resulta un poco incómodo de comer.
Al igual que le resto de pescados blancos es rico en proteína y bajo en grasas, ideal para deportistas. Entre sus minerales predominan el hierro, potasio, magnesio y fósforo, muy necesarios para el sistema muscular, nervioso y óseo. En cuanto a las vitaminas, se encuentran las pertenecientes al grupo B (B1, B2, B3, B6), que aportan antioxidantes y protege el sistema inmunitario contra agentes externos. En menor medida contiene vitamina A y D. Este pescado no destaca por ser una gran fuente de vitaminas.
El pastel de cabracho es una receta que ofrece un sinfín de posibilidades. También puede cocinarse con cualquier otro tipo de pescado (bacalao, salmón...), al gusto de cada uno. Una opción es acompañarlo con salsa rosa o mahonesa como en sus orígenes.
Un truquito es cocinarlo un día antes, así el pastel cogerá más cuerpo y será más fácil servirlo. Una delicia al paladar, rápida, fácil y económica. ¡Inclúyelo en tu menú de fiesta y triunfarás!
Ficha
Tiempo de preparación min
Tiempo de preparación 15min
Tiempo de cocción 45min
Porciones 4
Tipo de receta (n/a)
Ingredientes
- 500 g de cabracho limpio
- 500 g de pescadilla limpia
- 4 huevos
- 50 g de pan rallado
- 2 dl de salsa de tomate
- 1 dl de nata líquida
- 1 cucharada de aceite de oliva pimienta
- Sal. Para la salsa:
- 1 lata de pimientos del piquillo
- 1 escalonia
- 1 diente de ajo
- 2 dl de caldo de verduras
- Pimienta
- Sal
- Aceite.
Preparación
Untar 4 moldes individuales con aceite y espolvorear con pan rallado
Poner el cabracho y la pescadilla en una cacerola
Cubrir con agua y llevar a ebullición a fuego medio
Cuando rompa a hervir, retirar del fuego
Escurrir los pescados y ponerlos sobre papel absorbente
Desmenuzar los pescados con los dedos y pasarlos a un recipiente hondo
Agregar los huevos batidos, la salsa de tomate, la nata, la pimienta y la sal
Mezclar muy bien todos los ingredientes y llenar los moldes preparados
Cocerlos al baño María 30 minutos en el horno precalentado a 200º C
Escurrir los pimientos, abrirlos a lo largo, retirar las simientes y trocearlos
Pelar y picar fino la escalonia y el diente de ajo
Calentar el aceite en una sartén, rehogar la escalonia y el diente de ajo sin que cojan color
Agregar los pimientos y el caldo de verduras y salpimentar
Cocer durante 15 minutos a fuego medio
Triturar durante 2 minutos
Desmoldar los pasteles de cabracho y servirlos con la salsa de pimientos caliente