La salsa gravy es una preparación clásica de la gastronomía británica, conocida por su textura aterciopelada y su sabor intenso. Tradicionalmente se elabora a partir del jugo que sueltan las carnes asadas, espesado con harina y mezclado con caldo o vino. Su origen se remonta a la Inglaterra del siglo XVII, cuando los cocineros comenzaron a aprovechar los restos de las cocciones para crear salsas sabrosas que acompañaran carnes y verduras. Con el tiempo, esta salsa se ha convertido en un acompañante esencial de la cocina inglesa. Es, sin duda, un aliado en comidas cotidianas y festivas por igual.
Los británicos usan la salsa gravy casi a diario. Especialmente sobre asados, puré de patatas, salchichas o el tradicional Sunday roast. Su versatilidad y su capacidad para realzar los sabores han hecho de la gravy un símbolo del confort culinario inglés. Con ella, se acompaña de postre con esta receta británica de lemon curd. En definitiva, es una salsa sencilla pero indispensable en los hogares del Reino Unido.
La receta más sencilla y rápida para hacer la salsa gravy
Si buscas darle un toque especial a tus platos de carne, la salsa gravy es una opción ideal y sencilla de preparar. Este clásico británico no solo es delicioso, sino que también eleva cualquier receta a otro nivel. Aquí te mostramos cómo hacer una versión rápida y fácil.
El listado de ingredientes comienza por elegir un buen caldo de carne, preferiblemente oscuro, para garantizar un sabor profundo. Si no tienes caldo casero, opta por uno de calidad. También necesitarás 30 gr de mantequilla, 45 gr de harina, 15 ml de aceite de oliva, 10 ml de salsa worcestershire, romero, pimienta y sal.
El proceso es como hacer una bechamel para croquetas
Para empezar, derrite mantequilla junto con un poco de aceite en una sartén. Esto le dará a la salsa ese característico color dorado. Luego, incorpora harina y mézclala bien, como si estuvieras preparando una salsa bechamel. El siguiente paso es añadir el caldo poco a poco, removiendo constantemente hasta que la mezcla espese a la consistencia deseada.
Finalmente, sazona con sal, pimienta y un toque de salsa Worcestershire para darle un sabor distintivo. Esta salsa es perfecta para acompañar cualquier tipo de carne asada, desde un jugoso roast beef hasta un pollo al horno. Atrévete a probar esta receta y transforma tus comidas en experiencias culinarias únicas.
La versión española de la salsa gravy igual de fácil y sencilla
Aunque la salsa gravy es rápida y fácil de hacer, existe la salsa española que es la versión de nuestra tierra con la que acompañar carnes y pescados. Es como hacer un sofrito con aceite de oliva y añadir las verduras: cebolla, zanahorias y ajo, todo troceado.
Una vez se haya pochado todo, se añade un vaso de vino, una cucharada de salsa de tomate y deja que se evapore el alcohol. A continuación añade medio litro de caldo de carne, una hoja de laurel y clavo al gusto. Deja que se reduzca y después tritura todo hasta que quede una salsa fina.
