El lemon curd es una crema tradicional de origen británico que se caracteriza por su textura suave y su intenso sabor a limón. Se prepara a base de jugo y ralladura de limón, huevos, azúcar y mantequilla, logrando un equilibrio perfecto entre dulzura y acidez. Su consistencia sedosa lo convierte en un acompañamiento versátil para múltiples postres. Puede untarse en tostadas, galletas o scones durante el desayuno o la merienda, y también utilizarse como relleno en tartas, bizcochos y pasteles.
A diferencia de otros dulces como estas siete recetas dulces de meriendas con las que triunfar si vas a celebrar un evento muy especial, el lemon curd es ese dulce que siempre está en la nevera con un sabor refrescante y apetitoso. Es para aquellas personas que adoran los cítricos y con ella, se puede tener siempre en casa un bocado lleno de sabor y esencia propia.
Qué tiene de especial el lemon curd y por qué no es una mermelada al uso
El lemon curd no contiene trozos de fruta, sino que ofrece una crema homogénea y brillante. Además de ser delicioso, aporta frescura y un aroma cítrico inconfundible. Su preparación casera, aunque requiere atención para evitar que los huevos se cuajen, es sencilla y muy gratificante. El lemon curd es, sin duda, un clásico que realza cualquier receta con un toque vibrante.
El lemon curd es una delicia británica que se ha ganado el corazón de muchos por su sabor agridulce y su versatilidad. Esta versión baja en grasas te permitirá disfrutar de esta exquisita crema sin remordimientos, perfecta para acompañar tus postres favoritos o para regalar en ocasiones especiales.
Los ingredientes necesarios son básicos que seguro están en tu despensa. 180 ml de zumo de limón fresco, 150 g de azúcar (ajusta al gusto), ralladura de un limón, 1 huevo grande, 1 cucharadita de maizena, una pizca de sal y de forma opcional, esencia de vainilla.
La preparación solo tiene 3 pasos y dura en la nevera semanas
Lo primer de todo, hay que exprimir los limones y cuela el zumo para eliminar las semillas y la pulpa. Coloca el zumo en una cacerola junto con el azúcar, la ralladura de limón y la sal. Calienta a fuego medio, removiendo hasta que el azúcar se disuelva completamente. En otro recipiente, bate el huevo y añade la maizena, asegurándote de que no queden grumos. Vierte lentamente la mezcla de limón sobre el huevo, batiendo constantemente para integrar bien.
Seguidamente, cuela nuevamente la mezcla sobre la cacerola para evitar impurezas. Cocina a fuego lento, removiendo sin parar, hasta que la crema espese a tu gusto, aproximadamente 10 minutos. Vierte el lemon curd en tarros esterilizados y deja enfriar antes de tapar. Conserva en el refrigerador. Este lemon curd es ideal para acompañar scones, bollos o panecillos. También puedes usarlo como relleno para tartas y pastelitos, o simplemente disfrutarlo con yogur o helado. Su sabor refrescante y ligero es perfecto para cualquier ocasión.
