La horchata es una bebida vegetal elaborada con chufa, un tubérculo similar a la avellana que goza de gran popularidad en Valencia. Esta bebida se convierte en una de las más populares cuando llega el calor debido a su alto poder refrescante. Ahora bien, no es precisamente saludable, pues la versión tradicional de esta receta lleva altas cantidades de azúcar.
La chufa es un alimento muy saludable gracias a su alto contenido en vitamina E y C, así como magnesio, fibra, hierro y algunas enzimas digestivas. Lo que sucede es que para elaborar la horchata, a este tubérculo se le suelen añadir grandes cantidades de azúcar. Algunas horchatas que podemos encontrar en el supermercado cuentan con hasta 10 gramos de azúcar por cada 100 gramos, una cantidad bastante alta que convierte esta bebida en una opción poco aconsejable. Además, se suelen añadir estabilizantes, emulgentes, antioxidantes y otros aromas.
Si queremos disfrutar de una horchata un poco más saludable, lo mejor es elaborarla en casa. Hay que tener en cuenta que aguantará menos tiempo, pero al menos sabremos que no estamos consumiendo un ultraprocesado. Si vamos a hacer 2 litros, necesitaremos aproximadamente 500 gramos de chufa, 2 litros de agua y 150 gramos de azúcar glas. Pues bien, un modo de hacerla un poco mejor a nivel nutricional es sustituyendo el azúcar por dátiles (ojo, también aportan azúcar, pero un poquito menos). Añadir canela es otro modo de darle un toque dulce de manera natural, y de ese modo, reducir la cantidad de azúcar de la receta.
¿En qué hay que fijarse para escoger la horchata envasada más saludable?
Como siempre te decimos, aprender a leer e interpretar correctamente las etiquetas de los alimentos que compramos es una de las claves para hacer buenas elecciones en el supermercado. Es importante fijarse en el orden en el que vienen los ingredientes en la etiqueta, pues aparecen siempre en orden según la proporción que tenga cada ingrediente en el producto final. Por lo tanto, lo ideal a la hora de comprar una buena horchata es que el porcentaje de este tubérculo presente en ella sea lo más alto posible. Y, por supuesto, que tengan poco azúcar o que incluso se le haya retirado de la receta.
Otra buena señal para detectar que una horchata es buena es que la lista de ingredientes sea reducida y que estos no sean demasiado diferentes a los de la receta tradicional. Por desgracia, la calidad de los ingredientes utilizados para elaborar una horchata industrial no siempre es la mejor, así que si vas a consumirla, que sea en ocasiones puntuales.
Si la elaboras tú misma en casa con buenos ingredientes (y poco azúcar) mejor que mejor. Eso sí, ten en cuenta que el sabor no será el mismo y nutricionalmente tampoco te va a aportar demasiado. Existen otras alternativas saludables e igualmente deliciosas para refrescarnos en verano. Por ejemplo, una limonada, un té helado, un smoothie o un granizado, siempre caseros y sin azúcares añadidos.