Todos hemos tenido hipo alguna vez, es molesto, sí, pero inofensivo y suele durar poco tiempo. Te damos más datos acerca del hipo.
Lo habitual es que el hipo dure unos dos minutos, aproximadamente, aunque también puede prolongarse más. ¿Sabías que un hombre estadounidense estuvo 68 años con hipo? Tranquila, no es ni mucho menos algo habitual.
El hipo suele aparecer después de beber o comer demasiado rápido, cuando tenemos gases o al sentir ansiedad, después de un ataque de risa o al experimentar cambios muy bruscos de temperatura, entre otras circunstancias.

El hipo también hace aparición cuando consumimos demasiado alcohol, de ahí el típico “hipo de borracho” que se parodia siempre en chistes con bebedores como protagonistas.
¿Qué es el hipo?
El hipo, por definición, consiste en un movimiento involuntario o espasmo del diafragma. Esta reacción provoca un cierre rápido de las cuerdas vocales, produciendo el característico sonido del hipo.
Existen diferentes tipos de hipo en función de su duración:
- Hipo agudo, el más habitual. Suele tener una duración desde un par de minutos hasta 48 horas como máximo.
- Hipo persistente, si la duración del hipo es mayor al tiempo anterior.
- Hipo intratableque, singultus o refractario, que dura más de 2 meses. Es poco frecuente y suele deberse a enfermedades que afectan al nervio vago.

Aguantar la respiración, un buen susto, comer limón…seguro que has oído todo tipo de trucos contra el hipo, te hablamos de los más populares en nuestra galería: “Trucos para combatir el hipo”.
¿El Hipo es normal o puede ser peligroso?
“El hipo se da por una contracción involuntaria, espasmódica y repetitiva del diafragma. Puede aparecer por comer o beber mucho o muy rápido, por tomar bebidas con gas, mucho alcohol o picante. También por el estrés y la ansiedad”, asegura el Dr. Martínez.
Además, el doctor añade que “Por lo general, solo dura algunos minutos. Sin embargo, en ocasiones dura más (es persistente si dura más de 48 horas e intratable, cuando se alarga más de un mes), casos extremos en los que hay que ir al médico”.
“Si el caso es moderado, hay que trata de detener los espasmos del diafragma. Es decir, probar a aguantar la respiración durante unos segundos, respirar dentro de una bolsa de papel, beber por el lado equivocado de un vaso, tumbarte de espaldas y llevar las rodillas al pecho (así se cierra el diafragma) o hacer respiraciones abdominales”, finaliza el experto.