Eliminar el gluten de la dieta se ha convertido en un tema candente en los círculos nutricionales en los últimos años, hasta el punto de que mucha gente ensalza los beneficios que reporta al organismo el llevar una dieta libre de gluten. Se trata de una proteína que se encuentra principalmente en el trigo, la cebada y el centeno, y que puede resultar problemática para algunas personas.
Estrictamente hablando, la intolerancia al gluten es diferente a la enfermedad celíaca, aunque las dos están muy relacionadas: todas las personas celíacas tienen intolerancia al gluten, aunque no al revés. La enfermedad celíaca es una enfermedad autoinmune grave en la que comer gluten provoca daños dentro del tracto gastrointestinal, mientras que la intolerancia al gluten (también llamada sensibilidad al gluten no celíaca) provoca otro tipo de daños y síntomas. ¿Quieres conocer algunos de lo más sorprendentes? Toma nota:
Efectos gastrointestinales. Para muchas personas, la sensibilidad al gluten se manifiesta más obviamente por síntomas estomacales. Pueden comenzar de manera muy gradual o ser difíciles de rastrear hasta una causa específica, ya que los factores de estrés u otros desencadenantes pueden agravar el malestar y ocultar la fuente del problema real. Los síntomas como hinchazón intensa habitual o episodios de diarrea y estreñimiento frecuentes pueden indicar que tienes dificultades para digerir el gluten.

Erupciones cutáneas. A veces una erupción cutánea repentina puede indicar un problema con el gluten. Algunas personas que sufren la enfermedad celíaca también presentan erupciones cutáneas (llamada dermatitis herpetiforme) como síntoma principal o único. Si has notado una erupción cutánea que parece estar relacionada con el consumo de gluten (por ejemplo, después de comer muchos alimentos que lo contienen), es aconsejable acudir al dermatólogo o a un gastroenterólogo para realizarte una biopsia o un análisis de sangre. También hay evidencias que sugieren que eliminar el gluten puede mejorar los síntomas de la psoriasis y otras enfermedades de la piel, incluso en personas que no tienen enfermedad celíaca.
Migrañas. Los dolores de cabeza son uno de esos síntomas anodinos que pueden acompañar a una amplia variedad de problemas o afecciones médicas. Algunas personas con la enfermedad celíaca o intolerancia declaran sufrir migrañas como efecto del consumo de gluten.
Dolor en las articulaciones. El dolor en las articulaciones también se ha asociado con el consumo de gluten. Se cree que la conexión se debe a que el gluten puede causar una respuesta inflamatoria en el cuerpo. La inflamación causada por una enfermedad autoinmune puede causar un dolor similar a la artritis si llega a las articulaciones. Este dolor en las articulaciones causado por el gluten a veces se diagnostica erróneamente como artritis reumatoide, por lo que conviene hacer pruebas específicas para un diagnóstico correcto.
Confusión mental. La confusión mental, una dificultad frecuente para concentrarse o simplemente una incapacidad para pensar con claridad también se asocia a veces con la sensibilidad al gluten o la enfermedad celíaca. Una vez más, la inflamación parece ser la culpable de desencadenar este síntoma, también conocido como ‘niebla mental’.