“A llorar a la calle de la llorería”, cantaba Rayden en esa pegadiza canción con la que se presentó al concurso para ir a Eurovisión en el que los focos se los llevó Ay,mamá de Rigoberta Bandini. Ese es el nombre, La Llorería, del bar restaurante que promete convertirse en el nuevo ‘place to be’ de Madrid tras haber ganado recientemente su primer Sol Repsol.
En el corazón de Chueca, uno de los barrios más emblemáticos y carismáticos de la ciudad, en una de las esquinas de sus inconfundibles calles, abrió sus puertas hace casi dos años el proyecto de José Certucha y Carmen Alti, que previamente se habían conocido trabajando juntos en un restaurante de la capital. Así nació su proyecto gastronómico en común, ahora reconocido por la Guía Repsol. “La Llorería nace de la amistad, el compañerismo y el deseo por seguir compartiendo, mano a mano, una profesión”, explica el equipo del restaurante.
Antes de aterrizar en el número 4 de la calle de San lorenzo, Carmen y José trabajaron y se formaron en restaurantes de primer nivel, como DStAgE, de Diego Guerrero. Ella se formó también en BIBo y PuntoMX. Él, especializado en cocina creativa y de investigación, lo hizo en salas tan prestigiosas como las de Smoked Room o Mugaritz, entre otras.
Los dos lideran desde abril de 2022 este humilde proyecto que no para de crecer en Madrid desde su apertura. La apuesta es clara, ya que combina esa esencia de los bares de la capital de toda la vida con una cocina “sin ataduras, sin complejos”,como ellos mismos anuncian en su página web. La ilusión, factor que también destacan, y el talento, hacen el resto.
La carta, cortita y llena de propuestas originales como la coliflor salteada con bacon ibérico, curry de vadouvan y pasas con puntillitas fritas, habla por sí sola de la singularidad de la propuesta de La Llorería, el nuevo planazo en Madrid si te gusta comer y disfrutar en torno a una buena barra. Eso sí, ten en cuenta que el espacio es pequeñito, por lo que conviene reservar a través de su página web, y más ahora que el bar crece en popularidad con el reconocimiento de la Guía Repsol.
Reconocimiento que han recibido con mucha ilusión los dos fundadores de La Llorería. “Ha pasado menos de dos años desde que abrimos las puertas de nuestra casa y gracias al apoyo de clientes, amigos, familia y proveedores”, escribieron en la cuenta de Instagram del restaurante ya con el Sol en su poder. “Recibimos un premio que nos hace muchísima ilusión, 1 SOL REPSOL. Gracias de verdad a todas las personas que habéis hecho posible que lleguemos hasta aquí y a todas aquellas que nos habéis escrito felicitándonos, ha sido increíble sentir tanto cariño y tantas emociones. Ahora toca seguir, seguir soñando y luchando cada día para poder daros la mejor experiencia posible”, aseguran los responsables de este pequeño rincón gastronómico en Madrid en el que puede que llores, como dice su nombre, pero de alegría y placer.
