Cada país tiene su propia versión de plato caliente con fideos, carne y vegetales para entrar en calor en la temporada de invierno y Japón no podía ser menos.
El ramen, que es como se llama este especie de cocido nipón, va ganando cada vez más adeptos, incluso entre los que se declaraban incondicionales de la sopa de cocido de mamá. Pero, ¿qué es el ramen? Es una especie de sopa que consta de un caldo preparado normalmente con huesos de pollo, cerdo o ternera, que puede adquirir distinto color y textura según cómo se prepare. También suele añadirse dashi, un concentrado hecho a partir del bonito seco.
Existen cinco variedades básicas de ramen; Shio, que se caracteriza por su sabor salado, Miso, donde se usa este ingrediente, Tsukemen, en el que los fideos que se sirven aparte, Shoyu, en el que predomina la soja y el Tonkotsu, que se hierve durante horas con huesos de cerdo.
La variedad que consumimos mayoritariamente en Occidente es la Miso, donde uno de los ingredientes clave es esta pasta realizada con soja fermentada. Existen varios tipos de pasta miso, pero los más conocidos son: el miso blanco que es el miso más dulce, la fermentación dura entre una y cuatro semanas, el miso amarillo que está fermentado durante uno y tres años y tiene un sabor más ácido y el miso rojo que está fermentado durante uno y tres años es un miso muy aromático con sabores entre dulces y salados. Dependiendo del tipo de miso que elijas para tu ramen, este variará el sabor por lo que es importante que pruebes varios tipos de miso antes de decidirte por uno.
En cualquier receta de ramen encontramos cuatro componentes básicos: fideos de ramen (si los eliges frescos siempre tendrás mejor resultado que con los secos), base de pasta de miso, caldo dashi y diferentes toppings como huevos, cebollino, carne, setas…etc.
Otro de los trucos para un buen ramen es hacer un buen caldo de pollo, ternera o cerdo con algunas verduras como puerros, apio y zanahorias, y un poco de jengibre para darle ese exótico toque asiático. Dicen que el secreto de los ramen de Hakata, en la región de Fukuoka, está en hacer hervir durante horas, e incluso días, los huesos de cerdo hasta que se desprende el tuétano, así que no tengas prisa por apagar el fuego. Por otro lado, también podemos preparar una salsa que potencie el sabor del plato justo en el momento de servirlo que tradicionalmente lleva jengibre, soja y alga kombu.
Si estás decidido a preparar un buen ramen, aquí te damos más consejos para que tu receta sea todo un éxito.
Sopa miso, la clave para un buen caldo
Existen varios tipos de pasta miso, pero los más conocidos son el miso blanco, el miso amarillo y el miso rojo. Dependiendo del tipo de miso que elijas para tu ramen, este variará el sabor entre una variedad de sopa más dulce o más salada. en nuestro país se suele consumir mayoritariamente el miso rojo.

Una sopa que se come con palillos
Se usan palillos para comer los diferentes toppings que lleve la sopa como carne, setas o vegetales y normalmente la sopa se toma sorbiendo sin complejos, aunque también puedes pedir una cuchara.

Ramen con algas
Las algas son un ingrediente básico en la cocina japonesa. Para hervir los ingredientes de la sopa de usa un trozo de alga Kombu y para presentar el ramen se suelen poner láminas de alga wakame. Las algas son excelentes para alcalinizar nuestro organismo además de cargarnos de minerales.

El huevo no puede faltar
Los japoneses valoran mucho que la yema del huevo del ramen esté en su punto; ni muy cocida ni muy hecha. Además, las marinan con una mezcla de a salsa de soja, sake y mirin que le da un doble toque de dulzor seco.

Una comida muy completa
El ramen es un plato completo a nivel nutricional además de delicioso, lleva vegetales, proteínas, hidratos de carbono complejos y está cargado de minerales y vitaminas. Perfecto para épocas de frío donde se necesita un extra de energía.

Ramen con tallarines
Los fideos están hechos normalmente de harina de trigo, sal, agua y kansui, y pueden ser de diferentes formas y grosor. Aunque los favoritos para realizar este plato típico japones son los soba, soba. Son fideos de trigo sarraceno con un sabor fuerte parecido a la nuez.

Ramen con gambas
El ramen puede combinar tanto con carne como con pescado, principalmente con mariscos. Es típico el de gambas con vegetales y cilantro, una opción saludable que aporta menos grasas que los servidos con carne de cerdo, por ejemplo.

Toppings para un perfecto ramen
Una de las claves para un ramen perfecto son los toppings con los que se coronará la tradicional sopa. Se suele poner huevo, cebolletas crudas, granos de maíz y todo tipo de vegetales, incluido el Pak Choi. Prueba a mezclarlo con tus propias recetas e innova a tu gusto.

Ramen con pato, col y pak choi
El ramen de pato es un básico de la gastronomía japonesa. Suele consumirse en establecimientos de comida rápida, en puestos ambulantes o en casa. Su ingrediente principal son los fideos, y están acompañados de verduras, normalmente de Pak Choi.

Ramen con setas shiitake, tofu, puerros, carne y huevos
Las setas shiitake también son uno de los ingredientes favoritos para acompañar el ramen, de sabor intenso y textura parecida a la de la carne, estas setas se sirven cortadas en láminas y su penetrante sabor las hacen ideales para acompañar al tofu, que se impregna de ellas. Una opción vegetariana muy saludable.

Los ingredientes básicos
Carne de cerdo o de ternera, setas, cebolletas, sopa miso, jengibre, fideos udon, chiles, setas shiitake, cilatro y col son solo algunos de los ingredientes básicos que se le puede añadir a la sopa del ramen. Pero la lista es infinita, dependiendo de gustos.

Tonkotsu, ramén de cerdo japonés
Es la variedad más famosa en las zonas más frías de Japón, ya que el aporte calórico del cerdo es ideal para soportar las bajas temperaturas. El caldo de este ramen es uno de los más apreciados entre los fanáticos del ramen.
