Consejos de psicólogos para vivir el presente y alejar la sensación de vacío cada vez más común

Muchas veces vivimos desconectados de nuestra realidad, con todas las consecuencias que eso acarrea y de las que nos hablan los psicólogos. 
Problemas psicológicos

Vivimos tan deprisa que no siempre somos conscientes de lo que estamos haciendo en cada momento. Parece imposible, pero, si lo piensas un momento, seguro que se te vienen a la cabeza varios ejemplos de situaciones o trabajos que has desarrollado sin pensar y sin darte cuenta

¿Alguna vez has llegado al trabajo sin recordar nada de lo que ha pasado en el trayecto? ¿Cuántas veces vas a la cocina y no sabes a qué ibas cuando llegas? No te preocupes, no es algo exclusivo, de hecho, es bastante habitual y los psicólogos lo llaman vivir con el piloto automático.

Realizamos diferentes rutinas de forma tan automatizada que no prestamos ninguna atención. Esto que, por un lado, puede parecer algo muy positivo, nos lleva a un estado de desconexión de la realidad que puede llegar a ser peligroso. 

Hay tareas que no son trascendentales, como planchar o limpiar el baño, pero, aun sí, si todo lo hacemos sin entregarnos por completo, el resultado no es el mismo y esto es una rueda que comienza con algo pequeño, pero acaba con apatía general, baja autoestima, inapetencia, baja motivación, depresión...

Pexels - Valeria Ushakova

Consejos para recuperar el control

El equipo de psicólogos de Buencoco nos dice lo siguiente sobre el tema: “Es muy común escuchar que, para salir de la apatía, tenemos que obligarnos a hacer cosas, aunque no queramos. Esto puede ser útil a veces, ya que nos recuerda que, en realidad, una vez que hacemos el esfuerzo de comenzar, las actividades pueden hacernos sentir bien".

En contraposición a la primera idea, hablan de otro tipo de gestión:  "Otras veces, obligarnos a hacer cosas no es suficiente. En estos casos, es más útil aceptar la sensación de vacío que se está sintiendo, acogiéndolo sin miedo y sin querer llenarlo a toda costa. De esta manera, al aprender a tolerar el vacío, podríamos comprender qué emociones profundas nos bloquean y cómo queremos realmente llenar el vacío subyacente”, destaca el equipo de psicólogos, quienes también nos marcan las pautas para salir de ese estado en el que vivimos con el piloto automático y volver a coger el timón de nuestras vidas.

Paso a paso, podrás decir adiós a esa sensación de estar viviendo en otra vida y disfrutar de la tuya.

  • Identifica la causa. El primer paso es siempre identificar el problema para ponerle nombre y conocer al enemigo. ¿Qué causa tu apatía? ¿Hay algo en particular que te esté causando este sentimiento? ¿Es un problema emocional, físico o mental? Trata de analizar la situación con detenimiento para poder comprender mejor lo que está pasando.
  • Encuentra la motivación. Una vez que hayas identificado la causa de tu apatía, es importante que encuentres la motivación para salir de esa situación. Puede ser útil establecer metas realistas y alcanzables para ti y trabajar en ellas de manera proactiva. También puedes buscar actividades que te gusten o te interesen o rodearte de personas que te hagan sentir bien.
  • Crea una rutina. Puede que la rutina sea lo que te ha llevado hasta este punto, pero también puede ayudarte a salir de la apatía. Trata de establecer una rutina diaria que incluya actividades que te gusten y te hagan sentir bien. Impón el día del plan diferente, de quedar con alguien que te inspira, de hacer algo que no suele estar en tu agenda...Esto puede ayudarte a sentirte más activa y motivada.
  • Practica la autocompasión. No te culpes por sentirte apática. Es normal sentirse así de vez en cuando. En lugar de juzgarte, trata de ser amable y compasiva contigo. Práctica la autocompasión y acepta tus sentimientos tal y como son.
  • Busca ayuda profesional. Si tu apatía persiste o te impide realizar tus actividades diarias, considera buscar ayuda profesional. Un psicólogo o terapeuta pueden ayudarte a identificar las causas subyacentes de tu apatía y brindarte herramientas para superarla.

De nuevo el estrés

Junto con la ansiedad, el estrés es una de las principales causas de que activemos el piloto automático. Muchos también lo consideran un método de supervivencia, ya que su objetivo es liberar la mente cuando está sobrecargada para que pueda centrarse en lo importante o vital.

Es decir, eliminamos lo superficial porque todo tiene un límite, incluso nuestra mente. El problema es cuando se sube de nivel y son más horas del día las que andamos con el piloto automático que viviendo el momento presente.

De hecho, en casos extremos, los psicólogos hablan de un trastorno de disociación. Se trata de un estado avanzado que va más allá de perder el estar en el presente y ser conscientes de nuestros actos.

Ponerle cara

La disociación hace referencia a una desconexión entre la mente de una persona y la realidad de su momento presente. La persona se siente desconectada de sí mismas, de sus pensamientos, emociones y acciones. A menudo, la disociación se describe como una sensación de estar en un estado de ensueño o de estar viendo las cosas desde lejos o desde fuera (es por eso que se habla de una disociación cuerpomente).

Y una vez que le hemos puesto nombre, es más fácil saber cuál es la solución. En este caso, el antídoto es tan simple como focalizar el momento presente, vivir de forma consciente y centrarte en lo que estás haciendo y no pensar en la siguiente tarea. El conocido mindfulness sería la concentración máxima de esa medicina que necesita la mente. 

El mindfulness consiste en vivir el presente y que no solo se trata de controlar la respiración o meditar antes de acostarse. Comer saboreando cada mordisco, escuchar una canción mientras repasas la letra, caminar memorizando el paisaje... en definitiva, realizando cada acción con toda tu atención fijada en esa actividad. Así de sencillo o de complicado.

Recomendamos en