10 trucos para bajar la temperatura del hogar y corporal sin usar aire acondicionado

Una ducha de agua templada (no fría), un pantalón de lino de un tono oscuro o una comida ligerita aderezada con picante. Te traemos algunas propuestas para bajar la temperatura corporal este verano.
Calor verano

Parece que los veranos cada vez empiezan antes, son más largos y también son más calurosos. Por ello, te traemos 10 trucos para bajar la temperatura sin usar aire acondicionado

Basta con consultar los datos de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET). Según este organismo, agosto de 2022 registró una temperatura media peninsular de 24,7 oC. Esto significa que fue el segundo mes de agosto más cálido del siglo XXI, por detrás tan solo de agosto de 2003.

La cuestión es que todo indica que lo que se avecina no será más suave, así que hemos recogido algunas ideas para intentar que el exceso de calor no arruine tus vacaciones estivales. Lo bueno es que contamos con numerosos frentes de ataque: la alimentación, la ropa, los hábitos... Lo importante es adaptarse durante unas semanas a la subida de temperaturas.

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1. DÚCHATE CON AGUA

Por paradójico que pueda parecer, para refrescarte en verano, lo mejor es ducharse con agua tibia, no fría. Esto es así porque, debido al sistema de autorregulación de la temperatura del cuerpo, la sangre irrigará menos la piel para no perder temperatura en esa zona e, internamente, el cuerpo generará más calor.

De modo que, aunque sientas un alivio momentáneo al ducharte o bañarte con agua fría, lo cierto es que, al cabo de unos minutos, el calor volverá a agobiarte.

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2. REFRESCA TU CASA SIN AIRE ACONDICIONADO

Con el precio al que está la luz, no está de más conocer algunas opciones más económicas para estar fresquita en casa sin enchufar nada. 

Algunas ideas son: baja las persianas y corre las cortinas durante el día, crea corrientes de aire, moja el suelo, pon hielo delante del ventilador, coloca plantas, apaga las luces y los electrodomésticos que no necesites, conecta las habitaciones frías y calientes y cierra las ventanas al mediodía y ábrelas al final de la tarde.

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3. PREPARA RECETAS LIGERAS

La digestión y la temperatura corporal tienen mucho que ver. Y es que la digestión es el proceso mediante el cual el organismo absorbe de los alimentos que ingiere los nutrientes que necesita. Durante ese proceso, el sistema circulatorio dirige una importante cantidad de sangre hacia el aparato digestivo, con la consiguiente subida de temperatura.

El incremento de la temperatura dependerá de la cantidad de calorías consumidas. Cuanto mayor sea el número de calorías, más calor sentirás.

Una ensalada de lechuga o de tomate son ideales para una perfecta comida veraniega. Las puedes acompañar de una pechuga de pollo o pavo a la plancha, unas rodajitas de merluza o una sepia, también a la plancha.

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4. VISTE CON ROPA LIGERA

Te pongas lo que te pongas, lo ideal es que sea de un tejido ligerito, que transpire bien y reduzca la sensación de calor. Las prendas de algodón, seda natural o lino son las más adecuadas y sientan de maravilla.

Además del tejido, no menos importante es el color de la ropa. Siempre se ha pensado que los colores claros favorecen la sensación de frescor. Entonces, ¿por qué los beduinos de África visten ropa negra? La ropa blanca refleja los rayos del sol, sí. Pero también refleja el calor que genera nuestro cuerpo. En cambio, el negro, absorbe tanto el calor del sol como el del cuerpo. De modo que parece que a los beduinos no les falta razón.

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5. NO ESPERES A TENER SED

La hidratación es fundamental para un buen estado de salud, especialmente en verano, ya que, con las altas temperaturas, sudamos mucho más y, en muchas ocasiones, sin apenas darnos cuenta. Por esta razón, sería conveniente incrementar un poco (sin excederse) la cantidad de agua que bebemos. Aunque no tiene por qué ser solo agua, también son buenas opciones las infusiones.

Bebe agua, sí, pero no muy fría. según los expertos, la ingesta de agua demasiado fría, debido al contraste térmico, puede interferir en la digestión y en la secreción de bilis y de los jugos pancreáticos. En definitiva, no te dejes llevar por el agobio del calor y bebe agua fresquita (no fría) a pequeños sorbos.

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6. BUSCA LA SOMBRA

Permanecer bajo una sombrilla en la playa o debajo de un toldo en el paseo marítimo son dos buenas opciones para estar un poco más fresquita. Ahora bien, si nos centramos en el ámbito de la salud, estar a la sombra no es suficiente para protegerse correctamente de los rayos ultravioleta y de las lesiones que pueda producir el sol. 

Aunque estés a la sombra, según la OMS, superficies como la arena, el césped o la espuma del agua del mar pueden dispersar los rayos ultravioleta del sol. Según el organismo, lo hacen en un 15 %, 20 % y un 25 %, respectivamente.

Dentro del agua, tampoco nos libramos de las radiaciones solares ni de sus efectos dañinos sobre la piel. Algunas investigaciones aseguran que un 95 % de la radiación ultravioleta penetra en el agua y hasta un 50 % llega hasta una profundidad de tres metros. Por ello, es aconsejable la aplicación de cremas solares siempre.

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7. ADEREZA CON PICANTE

¡Olvídate de los helados de tres bolas y échale una guindilla a la ensalada de pasta! La guindilla, el chile, el wasabi o los pimientos de Padrón (los que pican) parece que pueden ser grandes aliados para estar más fresquita este verano. 

Esta posibilidad no es un rumor infundado, sino una conclusión científica basada en el comportamiento de uno de los componentes de estos alimentos, la capsaicina. Un estudio publicado en la Scientific American explica que esos alimentos estimulan la circulación sanguínea, provocando sudoración, y que la evaporación de las gotitas de sudor hace que sintamos frescor. De modo que sí, échale un poquito de alegría a tus guisos de carne.

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8. REDUCE LAS BEBIDAS AZUCARADAS

Los zumos no son la mejor manera de hidratarse, ni siquiera los naturales, ni en verano ni en invierno. Y es que los expertos no se cansan de recordarnos que la versión exprimida de las frutas contiene azúcares libres, exactamente igual que los jugos que compramos en el supermercado. De modo que la fruta es mejor comerla entera.

En cuanto a los refrescos industriales azucarados, ya sean zumos o bebidas carbonatadas, por mucho que nos tienten en pleno mes de agosto, lo cierto es que, en lugar de hidratarnos, lo que hacen es justo lo contrario, deshidratarnos. Estas bebidas aportan una excesiva cantidad de calorías vacías, es decir, sin prácticamente ningún nutriente aprovechable. Evítalas.

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9. NO ABUSES DEL ALCOHOL NI DEL CAFÉ

Aunque el verano invite a salir a tomar algo, más que en cualquier otra época del año, no hay que olvidar que el alcohol no refresca, sino todo lo contrario, deshidrata. Una de las razones es que es diurético, lo que hace que tu cuerpo libere más líquido del que absorbe, y, por otro lado, su consumo excesivo hace que la temperatura corporal suba, lo que hace que sudes y que pierdas aún más líquido, es decir, te deshidrates más.

El poder diurético del café también se debe tomar con moderación. Otra cosa distinta es si es mejor tomarlo frío o caliente. Al respecto, un estudio publicado en Nutrition Reviews señala que la temperatura del café no afecta ni a la salud ni a la digestión.

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10. MEJOR ANDAR QUE CORRER 

No hay que dejar de hacer ejercicio en verano. Esa es la recomendación general de los expertos en actividad física. Ahora bien, lo que sí aconsejan es adaptarse a las circunstancias, en concreto, a las altas temperaturas. En este sentido, hay dos medidas fundamentales: rebajar la intensidad de la disciplina que se practica, pasando, por ejemplo, de correr a caminar a buen ritmo y evitar hacer deporte en el exterior en las horas centrales del día. Lo aconsejable es a primera hora o al caer el sol.

Los riesgos a los que nos enfrentamos al hacer ejercicio intenso entre las 14:00 h y las 18:00 h de la tarde, por ejemplo, son: dolor de cabeza, mareos, pérdida de fuerza, calambres en las piernas... y otros más graves, como pérdida del equilibrio y lipotimias. También favorece la aparición de contracturas y lesiones musculares.

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