Seguro que has escuchado un montón de veces eso de que no debemos tomar hidratos de carbono por la noche porque engordan. Bien, pues este se trata de uno de los mitos de la alimentación más extendidos, pues esta afirmación no es cierta. Aunque hay ciertos matices que te contaremos a continuación, puedes cenar hidratos de carbono sin miedo a que ello repercuta en tu talla.
Los hidratos de carbono son necesarios para el buen funcionamiento del organismo. Se trata de un macronutriente esencial que nos proporciona energía a través de la dieta. La mayoría de los hidratos de carbono se descomponen o se transforman en glucosa, que finalmente puede utilizarse como energía. Sin embargo, cuando no se utiliza de forma inmediata, esta puede convertirse en grasa (es decir, en energía almacenada), para utilizarse posteriormente.
Muchas personas creen (erróneamente) que si cenan hidratos de carbono no van a poder quemar las calorías ingeridas y, por tanto, van a engordar. Esto no es del todo cierto, pues durante el sueño el organismo también consume energía, especialmente en épocas de frío o si hemos practicando mucha actividad física a lo largo del día.
Lo que también es importante tener en cuenta es el tipo de carbohidrato que se elige (no todos son iguales) y la cantidad que se consume del mismo. Si consumimos carbohidratos como galletas, golosinas, pizzas ultraprocesadas y demás, estaríamos incluyendo opciones de baja calidad nutricional y mayor densidad energética. La cosa cambia si escogemos hidratos de calidad complejos de absorción lenta e integrales y los tomamos en cantidades moderadas a lo largo del día.
La clave está en la moderación
Los expertos recomiendan evitar pasarnos con las cantidades, un consejo que podemos aplicar a carbohidratos o cualquier otro grupo de alimentos, pues esto es precisamente lo que hace que aumentemos de peso. Para ello, es crucial no llegar con demasiada hambre a la cena, pues de lo contrario nos daremos un atracón. ¿Lo mejor? Optar por una cena ligera (aquí tienes algunas ideas), pero sin dejar a un lado ningún macronutriente esencial. Sí, podemos tomar carbohidratos como arroz, patata, legumbres o boniatos, pero sin pasarnos con las cantidades, ingiriendo aproximadamente lo que quepa en un puño y/o respetando nuestra sensación de hambre y saciedad sin desplazar el consumo de verduras y una fuente proteica de calidad en la cena.
Los hidratos de carbono no solo no nos perjudican en absoluto si los consumimos por la noche, tal y como muchos piensan, sino que pueden ser beneficiosos. Un estudio publicado en la revista médica Obesity así lo confirma. En dicho estudio se experimentó con dos grupos de personas que padecían obesidad, en la que uno de ellos se sometió a una dieta de control, mientras que al otro se le pidió que aumentara la ingesta de carbohidratos en la última comida del día en la dieta baja en calorías. Los científicos observaron que este segundo grupo tenía una mayor sensación de saciedad y menos sensación de hambre al día siguiente al modificarse las hormonas leptina y grelina, facilitando así la pérdida de peso.