De un tiempo a esta parte las cafeteras de cápsulas son un elemento común de muchos restaurantes y hogares. La versatilidad y sencillez de esas cafeteras ha hecho que en poco tiempo ganen terreno a las diferentes cafeteras exprés que encontramos en el mercado.
Por eso, son muchas las marcas que se han lanzado a sacar al mercado su modelo y esto hace que haya una gran diversidad para elegir y cada cafetera tiene sus cápsulas específicas. La cuestión es que cada fabricante valora de una forma la intensidad que se indica en los paquetes, por lo que existen grandes diferencias entre unas marcas y otras.
La intensidad de un café, ¿cómo se establece?
La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha realizado un análisis de las marcas más representativas con el objetivo de explicar el significado que aparece descrito en los paquetes.
El término intensidad se utiliza en la cata de café para determinar las características olfativas y gustativas de esta bebida, lo que hace que sea totalmente independiente de la cafeína que pueda tener el producto. Podemos tener un café con sabor y aroma intenso con poca cafeína y al contrario.
Y es que hay muchos factores que influyen en que un café sea más o menos intenso, entre ellos está el origen del grano, el tipo de molienda y de tueste, el método de extracción, el agua, la limpieza de la cafetera, la cantidad de café que se usa para realizar cada dosis y el tiempo de infusión, además de la cafeína.
Clasificación propia
Al no haber una clasificación común para todos, cada fabricante usa su denominación propia: unos apuestan por adjetivos como forte, intenso o suave, mientras otros usan una escala numérica de 1 a 10 para valorarla.
Como es un parámetro que no está estandarizado, dos cafés de distintas marcas con el mismo número de intensidad pueden ser muy diferentes entre sí, lo que puede crear confusión en el consumidor.
Desde la OCU creen que sería interesante crear un sistema común para todos los fabricantes para indicar la intensidad del café, de forma que para los usuarios resulte fácil identificar qué tipo de café van a tomar cuando eligen una variedad.
Además de contar con un café de calidad -tener una buena la materia prima siempre es clave-, también hay que tener claro los mililitros o el tamaño de taza que se recomienda para cada variedad, ya que la cantidad de agua que se use para hacer el café va a influir mucho en el sabor final.
Normalmente esto suele estar indicado en las cápsulas, que te dicen si es para hacer espresso (unos 40 ml de café por taza) o si es recomendable preparar cafés más largos, de hasta 110 ml y muchas cafeteras directamente te dejan seleccionar la opción deseada o directamente hacen la cantidad de café concreta de la cápsula que se ha utilizado. Para tener buenos resultados al a hora de preparar café utilizando las cafeteras de este tipo, es muy importante seguir las indicaciones del fabricante. ¿A ti también te han conquistado las cafeteras de cápsulas o prefieres otras alternativas?