Sea cual sea la superficie en la que esté la mancha de sangre, si está reciente basta lavarla en abundante agua fría (si utilizamos agua caliente coagularemos la sangre y será más difícil quitarla). Después, se deja en remojo o se pasa un trapo de agua fría y jabón líquido.
De los tejidos de algodón blanco
Si la mancha ya está seca, se lava en agua fría y se eliminan los últimos restos frotando con un algodón empapado en agua oxigenada diluida en un poco de agua. Por último, se puede blanquear dejándola en remojo en agua con lejía.
De los tejidos de algodón de color
- Si el color es sólido, bastará con frotar la mancha con suero fisiológico. Después, se frota con un algodón empapado en agua oxigenada de diez volúmenes.
- Si los colores son poco firmes, es mejor frotar la mancha con una pasta de almidón en polvo y agua fría, que se deja secar sobre ella.
Al final, se cepilla enérgicamente y se lava normalmente con agua fría y jabón.
De las alfombras y moquetas de algodón
Se frota en la dirección del pelo con un trapo o un estropajo, mojados en agua caliente, con jabón líquido para prendas delicadas y amoníaco.
Cuando la mancha haya desaparecido, se aclara bien con un trapo mojado en agua fría.
De los colchones
- Se pueden limpiar frotando con un cepillo mojado en vinagre blanco o, si la mancha está muy reseca, con agua a la que habremos añadido un poco de almidón. Si el colchón es de tejido blanco claro, puede decolorarse la sangre frotando con un algodón empapado en agua oxigenada, que se va cambiando hasta que salga limpio.
- En cualquier caso, al final se pasa un trapo mojado en agua fría para aclararlo bien.
De la lana
- Aunque parezca extraño, el mejor sistema es disolver una aspirina en agua y limpiar con ella la mancha.
- Si está muy reseca, se hace una pasta con la aspirina y unas gotas de agua y se coloca sobre la mancha, hasta que desaparezca del todo.
- En cualquiera de los dos casos, después, se lava con agua fría y jabón.
De las alfombras y moquetas de lana
Se limpian frotando con un cepillo o un trapo mojado en una mezcla hecha con: un vaso de agua, una cucharada de vinagre blanco o transparente (es el llamado vinagre de alcohol) y una aspirina efervescente.
De la madera
- Las manchas recientes se eliminan fácilmente pasando un trapo con agua fría amoniacada.
- Si la mancha está seca, se frota con un cepillo de uñas y agua con vinagre a la que habremos añadido un poco de leche de magnesia.
- Si ha traspasado la cera y ha calado la madera, lo mejor es hacer una pasta con agua y leche de magnesia, y colocarla sobre la mancha hasta que se seque. Luego, se cepilla o se pasa un trapo mojado en agua fría con vinagre.
- Si es necesario, se vuelve a encerar y se lustra frotando enérgicamente con un trapo de lana.
De los tejidos sintéticos
Ya sean de color o blancos, el mejor remedio utilizado desde la época de nuestras abuelas es hacer una papilla de almidón con agua, extenderla cubriendo la mancha y dejarla actuar varias horas hasta que se seque.
Después, se cepilla con energía y se lava el tejido de la forma habitual.