Sol, vitamina D y cáncer de piel: desmontando falsas creencias

La Clínica Dermatológica Internacional acoge un taller donde se habló de la importancia de la prevención solar, el Dr. Pedro Rodriguez dio las claves para una exposición solar segura y consciente.

En este taller, organizado por Ruber Internacional y Marie Claire, el Dr. Pedro Rodríguez, dermatólogo en la Clínica Dermatológica Internacional y jefe de Servicio Adjunto en el Hospital Ruber Internacional, subrayó que, si bien la protección solar es esencial, resulta aún más importante adquirir el hábito de examinarse la piel con frecuencia para identificar cualquier alteración a tiempo.

“Los dermatólogos no estamos en contra del sol, sino del mal uso que hacemos de él”. Con esta frase comenzó la charla el Dr. Rodríguez, que dejó claro desde el principio que el sol no es nuestro enemigo, pero sí puede convertirse en un riesgo si no nos protegemos bien. Especialmente cuando hablamos de cáncer de piel, cuya incidencia, lejos de disminuir, continúa creciendo.

El cáncer de piel: cada vez más común

Durante su intervención, el Dr. Pedro Rodríguez desmontó una idea todavía muy extendida: que el cáncer de piel es poco común. Este tipo de cáncer es, de hecho, uno de los más frecuentes, y se divide en dos grandes grupos. Por un lado, el melanoma, más agresivo aunque menos habitual; por otro, los carcinomas, que aparecen con más frecuencia pero tienen mejor pronóstico si se detectan a tiempo.

La diferencia entre ambos reside en el tipo de célula que origina el tumor. El melanoma puede desarrollarse en zonas poco expuestas al sol, incluso en mucosas, mientras que los carcinomas suelen aparecer en áreas que han recibido radiación solar de forma continuada, como el rostro, el escote o las manos. “Muchas veces se manifiestan como pequeñas heridas que no terminan de curarse o granitos que persisten durante semanas”, explicó el dermatólogo.

Más allá de sus características, lo realmente preocupante es su creciente incidencia. “Mientras otros tipos de cáncer han conseguido estabilizar sus cifras gracias a las campañas de prevención, en el caso del cáncer cutáneo seguimos viendo un aumento constante”, advirtió el doctor Rodríguez.

La importancia de un diagnóstico temprano

En el caso del melanoma, el factor más determinante para su pronóstico no es su tamaño en la superficie, sino la profundidad a la que ha penetrado en la piel. Cuanto antes se detecte, mayores son las posibilidades de curación. “Un melanoma puede tratarse con éxito en la mayoría de los casos, alcanzando tasas de curación cercanas al 99 %”, explicó el Dr. Rodríguez. Sin embargo, si la lesión ya ha invadido vasos sanguíneos o linfáticos, existe riesgo de que se extienda a otras partes del cuerpo.

Afortunadamente, el cáncer de piel tiene una ventaja frente a otros: es visible. “No estamos hablando de un tumor oculto como el de pulmón o el de colon. El melanoma da la cara, y eso nos permite actuar con rapidez si estamos atentos”, añadió el especialista.

Por eso, conviene prestar atención a cualquier lunar que cambie de forma, tamaño o color, o que aparezca de forma repentina. Ante la mínima duda, consultar al dermatólogo es clave para evitar complicaciones.

Dr. Pedro Rodríguez. Foto: Alberto Carrasco

Bronceado: cómo proteger tu piel sin renunciar al color

Lucir una piel dorada sigue siendo, para muchas personas, sinónimo de belleza, bienestar e incluso salud. Sin embargo, ese bronceado natural que tanto nos gusta puede tener un alto precio si no se obtiene con precaución. Durante el taller, el Dr. Rodríguez fue claro: “Entiendo que nos guste vernos morenos, pero existen opciones más seguras para lograr ese efecto sin poner en riesgo la piel”.

Una de esas alternativas son los autobronceadores, disponibles en formato crema, mousse o spray, que imitan el tono del bronceado sin necesidad de exposición solar. “Hoy en día hay productos muy eficaces que ofrecen resultados naturales y sin dañar la piel”, apuntó el dermatólogo.

En cambio, las cabinas de rayos UVA son una práctica desaconsejada por completo. Su relación con el cáncer de piel está más que demostrada, hasta el punto de que en países como Australia su uso está prohibido.

¿Y qué pasa con la vitamina D?

Una de las dudas más frecuentes cuando se habla de fotoprotección es: “Si me aplico crema solar todos los días, ¿no estaré impidiendo que mi cuerpo produzca vitamina D?” La preocupación es común, pero no del todo justificada. Tal y como explicó el Dr. Rodríguez, el tema es más complejo de lo que parece.

A pesar de que en países como España disfrutamos de muchas horas de sol al año, los niveles de vitamina D en la población siguen siendo más bajos de lo esperado. Este fenómeno, que también se ha observado en regiones como la India, desconcierta incluso a los expertos.

Las causas podrían estar relacionadas con el estilo de vida, los hábitos alimenticios o incluso con una posible sobreestimación de los niveles considerados “normales”.

Lo fundamental es entender que usar fotoprotector no anula por completo la capacidad del cuerpo para sintetizar esta vitamina. Aunque puede reducir ligeramente la producción, no suele ser el principal motivo de un déficit. En la mayoría de los casos, hay otros factores que influyen más.

Clínica Dermatológica Internacional. Foto: Alberto Carrasco

¿Todo vale para protegerse del sol?

En el universo de la cosmética, no todos los productos con SPF ofrecen el mismo nivel de protección. Por ejemplo, una base de maquillaje con factor 15 no tiene nada que ver, en cuanto a eficacia fotoprotectora, con una crema solar específica con FPS 50 y una fórmula adecuada.

Otro error frecuente es confiar en exceso en la ropa como barrera frente al sol. Aunque al principio pueda proteger, el efecto disminuye con el paso del tiempo, especialmente si la prenda se moja o roza continuamente la piel. Para una protección real, hay que buscar prendas con etiqueta UPF, es decir, con filtro ultravioleta certificado.

Y lo mismo ocurre con los suplementos orales diseñados para reforzar la defensa frente al sol. Las cápsulas ricas en antioxidantes pueden ser un buen complemento para personas con piel fotosensible o propensas a quemaduras, pero nunca sustituyen al fotoprotector tópico. Si se opta por tomarlas, lo ideal es comenzar unas semanas antes de la exposición solar intensa y, en todo caso, seguir aplicando crema solar a diario.

¿Cuándo conviene visitar al dermatólogo?

Las personas con pieles con muchos lunares o que han estado muy expuestas al sol deberían someterse a una revisión dermatológica al menos una vez al año. Aunque un lunar no parezca preocupante a simple vista, si presenta cambios en su forma, color, tamaño o relieve, debe ser evaluado por un especialista.

Actualmente, herramientas como la dermatoscopia digital permiten identificar lesiones sospechosas en fases muy iniciales, lo que evita diagnósticos tardíos o tratamientos más invasivos.

Es más común de lo que parece que lesiones tratadas como simples “manchas solares” en clínicas estéticas resulten ser tumores malignos. Por eso, antes de realizarte cualquier procedimiento como un láser o un peeling, es fundamental contar con el diagnóstico previo de un dermatólogo cualificado.

Dr. Pedro Rodríguez. Foto: Alberto Carrasco

Cuidar la piel también es salud

Nuestra piel es mucho más que una envoltura: es el órgano más extenso del cuerpo y nuestra primera línea de defensa frente al entorno. Es un reflejo de nuestras emociones, nuestra historia y nuestros hábitos. Protegerla no debería limitarse a cuestiones estéticas.

Aplicarte protector solar cada día, observar tus lunares con regularidad o acudir al dermatólogo una vez al año deberían ser gestos habituales, parte de una rutina de autocuidado.

Igual que te haces una revisión médica o prestas atención a lo que comes, vigilar el estado de tu piel es un acto de prevención y amor propio. Porque detectar a tiempo un melanoma no solo cambia un diagnóstico: puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte.

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