Sonsoles Ónega, una de las figuras más influyentes en el periodismo y la literatura española, ha logrado destacar tanto en el ámbito de la comunicación como en el narrativo. Su pasión por contar historias, ya sea a través de la televisión o de sus novelas, la ha convertido en un referente indiscutible. En el 40 aniversario de la revista Mía, fue una de las invitadas de honor junto a destacadas personalidades como Paloma Sánchez-Garnica, Mariló Montero y Laura Rojas, brillando en un evento que reunió a grandes figuras del panorama cultural. Desde joven ha estado vinculada al mundo de la comunicación, una experiencia que ha enriquecido tanto su estilo literario como su capacidad de conectar con el público. Además de su éxito en televisión, donde conduce el programa Y ahora Sonsoles, Sonsoles Ónega ha desarrollado una prolífica carrera como escritora, plasmando en sus novelas su talento narrativo y su profundo conocimiento de la actualidad social.
El 2023 fue un año clave en su carrera, logrando un reconocimiento que marcó un antes y un después en su trayectoria. Gracias a su obra Las hijas de la criada, Sonsoles Ónega se alzó con el prestigioso Premio Planeta, uno de los galardones más importantes del panorama literario. Su esfuerzo y dedicación la convirtieron en una de las invitadas de honor en la gala especial por las 2.000 ediciones de la revista Mía, reafirmando su posición como una de las voces más influyentes del momento.
Las mujeres como protagonistas en la cultura

En su discurso en el evento por el 40 aniversario de la revista Mía, Sonsoles Ónega resaltó la profunda conexión de las mujeres con la cultura y el arte. "Las mujeres sentimos más, y consumimos más cultura. No hay más que ver los teatros de la capital y están llenos de mujeres", afirmó. No solo son las principales lectoras de libros, sino también quienes llenan las salas de cine, teatro y exposiciones. Su papel como consumidoras y creadoras de cultura es esencial, aunque históricamente no siempre ha sido reconocido en su justa medida.
La elección forzada de las mujeres en el mundo del arte y la literatura

Ónega abordó una de las injusticias más persistentes que han afectado a las mujeres a lo largo de la historia: la necesidad de elegir entre su vocación y su vida personal. "La mujer en la cultura siempre ha tenido que elegir. Elegir es una de las injusticias transparentes, más lacerantes e hirientes. Y nos sigue pasando a la mujer y nunca al hombre", señaló. Mientras los hombres han podido compaginar sin trabas su carrera artística con su vida familiar, muchas mujeres han visto limitadas sus aspiraciones por las expectativas sociales.
El peso de la maternidad en la carrera de las mujeres escritoras

La periodista y escritora también reflexionó sobre cómo, a lo largo de los siglos, muchas mujeres creadoras tuvieron que renunciar a formar una familia para poder dedicarse a su arte. "No hay un hombre que se haya visto en la misma tesitura que una mujer en el XIX, pero también en el XX. Y ojalá se corrija. En este siglo XXI, las mujeres que han escrito, que han creado, o no se casaron o no tuvieron hijos. Jane Austen, Louisa May Alcott, Virginia Woolf. Las que los tuvieron no les pasa", explicó. Esta realidad sigue vigente en muchos sectores, donde la conciliación entre la vida personal y profesional continúa siendo un desafío mayor para las mujeres.
La desigualdad en las decisiones de vida

Sonsoles Ónega extendió esta reflexión a otros ámbitos profesionales, recordando una imagen que la impactó en la escalinata de La Moncloa durante el primer gobierno paritario de la historia de España, con José Luis Rodríguez Zapatero. "Todas las mujeres que estaban en la escalinata o tenían un hijo o ninguno, y la mayoría estaban divorciadas, mientras que los hombres eran grandes cabezas de familia y no necesitaban escoger entre la política o ser padre, mientras que las mujeres sí", recordó. Esta diferencia sigue vigente en muchas áreas, donde a las mujeres se les exige renunciar o adaptarse, mientras que los hombres pueden seguir avanzando sin que su vida familiar sea un obstáculo.
Una sociedad más justa para las mujeres creadoras

"Hoy somos lo que somos gracias a los cientos de mujeres de las que no sabemos nada. Mujeres que escribieron con nombres de hombre, que se ocultaban. La mujer en la cultura ha ido de puntillas, pidiendo perdón por pensar, por escribir, por pintar, por esculpir. A la mujer, y nunca al hombre, se le ha preguntado: ¿cariño a quien quieres más a tu familia o a tus libros?", también señaló.
Ónega dejó claro que es necesario romper con estas barreras y permitir que las mujeres puedan desarrollar su talento sin renunciar a otras facetas de su vida. La lucha por la igualdad en la cultura, el arte, la política y otros ámbitos sigue siendo una tarea pendiente. La historia está llena de mujeres que, a pesar de las dificultades, han logrado dejar su huella. Sin embargo, el reto es que las generaciones futuras no tengan que elegir entre su pasión y su vida personal, sino que puedan vivir ambas plenamente, al igual que los hombres lo han hecho durante siglos.