El cambio de temporada siempre trae consigo una tarea que a muchos no les gusta: guardar los zapatos de invierno para dar paso a los de verano. Sin embargo, aunque lo hagas de forma rutinaria, lo cierto es que guardar tus zapatos de invierno correctamente puede marcar una gran diferencia en su durabilidad. María, conocida en Instagram como korakora.orden, es una experta en organización y tiene claro qué hacer para poner en orden tus zapatos y evitar sorpresas desagradables al sacarlos el próximo invierno.
Siempre, siempre, siempre, antes de guardar tus zapatos de invierno en el altillo o en un espacio apartado, tienes que seguir unos pasos sencillos que garantizarán que estén perfectos cuando llegue la siguiente temporada. Si no lo haces, podrías encontrarte con olores, manchas o, lo peor, que tus zapatos ya no sean lo que eran.
1. Limpieza a fondo: la clave que muchos ignoran
Una de las recomendaciones más básicas y a la vez más ignoradas por quienes guardan los zapatos de invierno es limpiarlos antes de almacenarlos. María explica que pocas personas limpian sus zapatos todos los días, y aún menos lo hacen antes de guardarlos al final de la temporada. La limpieza no se trata solo de quitarles la suciedad visible, sino también de eliminar los restos de sal o humedad que hayan podido quedar en el material.

Es fundamental que elimines cualquier residuo de suciedad, porque si no lo haces, pueden aparecer manchas o olores cuando los saques la próxima temporada. Por ejemplo, limpiar las suelas es esencial, aunque María reconoce que ella prefiere cubrir los zapatos con calzas de quirófano para no tener que meterse en cada rincón. "Ni tirar, ni reemplazar: ordenar también es reparar", afirma Marie Kondo, y esto es fundamental cuando hablamos de cómo cuidar tus zapatos. Repararlos antes de guardarlos garantiza que te durarán mucho más tiempo. ¡Piensa en ello como una inversión!
2. Usar calzas de quirófano: el secreto para evitar arrugas
Cuando se trata de proteger nuestros zapatos de invierno durante el almacenamiento, el uso de calzas de quirófano puede parecer un consejo un tanto inusual, pero es uno de los trucos más efectivos que recomienda María para evitar que los zapatos se arruguen o pierdan su forma original. Estas calzas, que en principio se usan para cubrir el calzado en hospitales o entornos médicos, son perfectas para mantener la forma de los zapatos durante el almacenamiento.

¿Cómo funcionan? Simplemente coloca una calza sobre cada zapato después de haberlo limpiado y secado. Este simple paso puede hacer una gran diferencia, ya que las calzas de quirófano cubren los zapatos sin ejercer presión, lo que significa que el material no se deformará con el tiempo. Además, al ser de un material ligero y transpirable, las calzas no permitirán que se acumule humedad dentro del zapato, lo que podría generar olores o incluso dañar el interior.
3. Protege los zapatos con un material adecuado
Una vez que hayas limpiado tus zapatos y asegurado que estén completamente secos, el siguiente paso es protegerlos adecuadamente para que no se deformen ni pierdan su forma durante su almacenamiento. Este paso es fundamental, ya que el material de los zapatos, especialmente los de invierno, puede verse afectado por el paso del tiempo si no se toma una precaución adecuada. Usar cajas para zapatos es uno de los métodos más efectivos, ya que no solo los protegen del polvo, sino que también ayudan a que los zapatos mantengan su forma original.

Otra opción es utilizar cestas o bolsos de tela que, aunque no brindan una protección tan rígida como las cajas, son una opción ligera y económica para guardar los zapatos. Si optas por este método, es importante que las cestas o bolsas estén hechas de un material transpirable que permita la circulación de aire y evite que la humedad quede atrapada dentro. Si estás buscando maneras de mejorar el orden en tu vestidor o armario, no olvides decir adiós al desorden: 8 trucos por menos de 20€ para un armario o vestidor organizado y estiloso pueden ser tu solución para mantener el orden sin gastar demasiado.
4. Orden en tus zapatos: guarda tus zapatos de invierno en el lugar adecuado
El último paso, pero no menos importante, es guardar tus zapatos de invierno en el lugar adecuado. Aunque este paso puede parecer sencillo, la ubicación donde decidas almacenar tus zapatos de invierno puede tener un gran impacto en su conservación. No se trata solo de meterlos en una caja o una cesta y dejarlos en cualquier rincón, sino de elegir un lugar fresco, seco y oscuro para que tus zapatos estén protegidos durante el tiempo que no los vayas a usar.

María recomienda utilizar un altillo, pero otros lugares como un canapé también pueden ser el lugar perfecto para guardar los zapatos de invierno, ya que son espacios perfectos para almacenar tus zapatos de manera ordenada. Estos lugares son generalmente más frescos y menos expuestos a la luz, dos factores clave que contribuyen a la conservación del calzado. Además, están alejados de la humedad del suelo, lo que también ayuda a evitar que los zapatos se deterioren o que se acumulen malos olores.