Los embutidos como el jamón, el chorizo, el salchichón, la mortadela o las salchichas forman parte habitual de muchas mesas, especialmente en países como España, Italia, Francia o Alemania, donde son parte de la tradición gastronómica. Sin embargo, surge la duda de si son realmente saludables. La respuesta no es tan sencilla como un “sí” o un “no”. Todo depende de la frecuencia con la que se consuman, la calidad de los ingredientes y el tipo de embutido elegido. Mientras algunos, como el jamón curado, pueden aportar proteínas, otros contienen más grasas, sal y aditivos, por lo que conviene moderar su consumo.
La experta en dietas y nutrición, Cruz Ruíz, ha explicado en la revista Mía si realmente son buenos o no para la salud su consumo en el día a día. La nutricionista es una profesional formada y colegiada que ofrece atención integral en nutrición clínica, control de peso, patologías, embarazo, nutrición deportiva y más. Ahora nos abre los ojos con el consumo de los embutidos que tanto nos gusta a la población española.
Lo que son realmente los embutidos, según Cruz Ruíz
No es la primera vez que escuchamos la opinión de la experta sobre alimentación. Ya nos explicó cómo "las especias pueden llegar a ser un buen aliado para regular la salud hormonal de forma natural". Ahora, nos explica que "los embutidos son productos cárnicos elaborados a partir de carne (generalmente de cerdo o vacuno), grasa, sal y aditivos, que se curan, fermentan, cocinan o secan, y se presentan embutidos en tripas naturales o artificiales".

Además, hay que diferenciar que existen embutidos de tres tipos. Los frescos no se curan ni cocinan previamente, como las salchichas frescas. Los curados maduran al aire, ejemplo de ello son el chorizo, el salchichón o el jamón. Los cocidos se elaboran con cocción, como la mortadela o el jamón cocido. Los ahumados se conservan con humo, destacando algunas salchichas alemanas. todos ellos son sabrosos y tradicionales.
Lo que explica la ciencia sobre la salud de este producto que solemos consumir
Una de las dudas más frecuentes es conocer hasta qué punto son saludables. Al ser una carne procesada, normalmente lleva mucha cantidad de sal y aditivos. La experta explica que la Organización Mundial de la Salud clasificó, en 2015, a las carnes procesadas (como embutidos, salchichas y bacón) como “carcinógenos del grupo 1”, es decir, con evidencia suficiente de que su consumo aumenta el riesgo de cáncer colorrectal.

Aunque parezca una declaración de la OMS alarmante, la experta en nutrición tranquiliza, explicando que "esto no significa que comer jamón te cause cáncer de inmediato, sino que un consumo frecuente y elevado aumenta el riesgo, a largo plazo". Pone especial énfasis en que aumenta el riesgo si se combina con otros factores de riesgo (poca fibra, sedentarismo, obesidad…).
Los embutidos que son menos malos para nuestra salud

Aunque a simple vista, este alimento procesado pueda parecer muy nocivo para nuestra salud, la realidad es que no todos son iguales. Así lo ha explicado Cruz Ruíz. "Algunos tienen mejor perfil nutricional que otros". Por ejemplo, el jamón ibérico o jamón cocido de calidad (alto en proteína y sin azúcares añadidos, con menos aditivos) son más saludables que los embutidos baratos con muchos aditivos, féculas, azúcares, etc.
Por eso, la recomendación es revisar las etiquetas y recordar que deben ser consumidos de forma ocasional y con buena elección, pueden formar parte de una dieta variada y equilibrada.
Este artículo se publicó originalmente en la versión de papel 2027. El autor original es Natalia Guzmán.