Aunque no es su mejor momento del año (pertenecen aproximadamente al mes de febrero), judías verdes hay en el supermercado y en la frutería durante todo el año. Tanto frescas como congeladas y en conserva.
Sabemos de sobra que son un alimento sobresaliente a nivel nutricional, pero no somos capaces de ponerles buena cara cuando las vemos en el lineal, ni siquiera cuando están en oferta. ¿Por qué? En buena medida, porque desconocemos su versatilidad.
Estamos muy acostumbrados a comer las judías verdes rehogadas con ajito y patata cocida. Están buenas así, pero no todo el mundo lo piensa. Sobre todo, hay muchas personas a las que les motiva muy poco este plato calificado despectivamente como “de dieta”. Y como no les gusta y solo visualizan en su cabeza comer así las judías verdes, no las incluyen en el carro de la compra.
Para intentar revertir esto y conseguir, si es tu caso el descrito, que les des una nueva oportunidad a las judías verdes, te mostramos con solo tres ejemplos todas las alternativas que tienes a tu alcance para incluir esta verdura en platos relativamente sencillos de hacer en casa.
3 formas nuevas de comer judías verdes: en crema
Puedes meter un puñado de judías verdes en infinidad de cremas para darles sabor y aporte extra nutricional. Si lo hacemos con los bebés y les encanta, ¿por qué no cuando crecemos?
Además del clásico puré de verduras que a mucha gente también le da pereza, puedes preparar cremas tan originales como esta de judías verdes y brócoli, una combinación muy rica que además puedes completar con queso (de cabra o feta, que tenga un sabor intenso en cualquier caso), frutos secos o semillas al gusto al servir.
Tienes el paso a paso aquí pero ya verás que es tan sencillo como cocer ambas verduras, triturar y darle el punto de cremosidad perfecto con un poco de nata. Además, la puedes simplificar aún más si usas judías verdes en conserva.
3 formas nuevas de comer judías verdes: con arroces
A poquito que pienses platos con judías verdes te vendrá a la mente esa paella valenciana que estás deseando volver a disfrutar. Efectivamente, la judía verde es uno de los ingredientes clave de esta elaboración icónica de nuestra gastronomía. Pero hay más.
Por ejemplo, son el complemento ideal en arroces melosos. Mira este ejemplo, que además lleva alubias, por lo que es un plato rico y nutritivo. La receta del cocinero Juan Llorca, que puedes consultar aquí al completo y paso a paso con vídeo incluido, lleva también otras verduras como zanahoria, pimiento, apio y puerro.
También es muy común encontrar en arroces con pollo, con conejo e incluso con carne de cerdo, es añadirle al sofrito un puñado de judías verdes que complementan un plato como este, más completo aún. Eso sí, dependiendo de los paladares de los comensales, puedes escoger la variedad perfecta de judías: puedes escoger entre las jumbo, que son las redondeadas sin hebras; las judías Kora, unas vainas ligeramente curvadas; o la judía Bobby, alargadas, redondas y verdes.
3 formas nuevas de comer judías verdes: con platos de cuchara

Tal y como ocurre con las espinacas y el potaje, por ejemplo, verduras como las judías verdes también pueden funcionar en platos de cuchara. De hecho, le aportan a tu plato favorito de cuchara un toque dulce, además de suavizar combinaciones de sabores como el repollo o la lombarda. Sí que es cierto que no está en muchos platos típicos como el cocido, el puchero o caldos, pero es una oportunidad para añadirle vitaminas esenciales como la A, la C o la B1 en tus platos del día a día.
Combinaciones posibles hay muchas, y para muestra un botón: hay una receta de Cocina con Rolo, @cocinaconrolo en las redes sociales, que lleva judías verdes, garbanzos y jamón. Original y llena de sabor.
Otras formas de incluir judías verdes
Además, te recomendamos una manera de cocinarlas sin que toquen el agua para que no pierdan consistencia y textura gustosa. Aliñadas al gusto puedes servirlas como acompañamiento. El consejo lleva la firma de la influencer de cocina casera "Las Recetas de MJ".
También puedes incluirlas en otras preparaciones como: humus de legumbres, en tu airfyer con un poco de parmesano, en la clásica ensaladilla "rusa", hervidas y salteadas con un poco de salsa de soja, ¡pueden llegar a ser muy versátiles!