El pastor alemán es una raza de perro que destaca por su nobleza, inteligencia y versatilidad. Conocido también como ovejero alemán, este can posee una fisonomía robusta y elegante, lo que lo hace, sin duda, uno de los perros más apreciados y valorados en todo el mundo.
Su figura atlética, no es solo lo que lo distingue, sino también su carácter amigable y leal. Es una raza de perro que, a pesar de su intimídante tamaño, ha logrado ganarse un lugar destacado en el corazón de muchas personas.
Su origen se remonta a finales del siglo XIX en Alemania, donde fue desarrollado con el propósito de pastorear y proteger rebaños. El creador de esta raza fue un ex oficial del ejército alemán llamado Max von Stephanitz, que soñaba con un perro de trabajo incansable y versátil.
En su crianza, se buscaba obtener un perro equilibrado en tamaño y características físicas. Así dio origen al pastor alemán ddr y al pastor alemán gigante, siendo este último una variedad con mayor peso y altura que el pastor alemán tradicional.
A lo largo del tiempo, se han logrado producir variantes en su pelaje, como el pastor alemán blanco, el negro o incluso el conocido como pastor alemán panda, una excepción con marcas negras y blancas que es bastante rara y controvertida entre los criadores de la raza.
Es un perro equilibrado, valiente y con un profundo instinto de protección. Es una raza de trabajo que aprovecha su resistencia, fuerza y agudo sentido de la alerta para desempeñar tareas variadas.
Estos perros se encargan desde servir en el ejército y la policía hasta actuar como perros de búsqueda y rescate o perros guía.
Esta raza destaca por su tamaño, que puede ir de mediano a grande, con una altura y peso que varían dependiendo de su sexo.
Generalmente, el pastor alemán macho alcanza una altura de entre 60 a 65 cm y tiene un peso de 30 a 40 kg, mientras que la hembra suele medir entre 55 a 60 cm y pesar entre 22 a 32 kg.
Su pelaje es generalmente denso y poseen un subpelo esponjoso que les permite resistir temperaturas frías. Sus colores pueden variar según el ejemplar de la raza, aunque a día de hoy, existe una variada paleta de colores.
La popularidad del pastor alemán a nivel mundial ha llevado a que su precio varíe de acuerdo a factores como el lugar de origen, el linaje y las distintas certificaciones. Sin embargo, el verdadero valor de este perro, sobrepasa con creces el costo económico.
Es importante tener en cuenta que adquirir un pastor alemán tiene un precio, y no es sólo monetario, sino también a nivel de compromiso y responsabilidad.
La crianza del pastor alemán requiere tiempo, paciencia y una correcta educación para que pueda crecer de forma balanceada y saludable. Estos animales son perros de alta energía y requieren ejercicio físico y mental diario para mantenerse equilibrados y felices.
Aunque es cierto que tanto el peso como la altura puede variar, todos necesitan un nivel de ejercicio al día que va de moderado a alto. Estos perros fueron inicialmente criados para trabajar, por lo que son perros muy enérgicos y necesitan que se les proporcione suficiente ejercicio para mantenerlos sanos.
Junto a las caminatas diarias, es recomendable incorporar actividades de mayor intensidad como correr o jugar con otros perros. Pero independientemente del tipo de ejercicio, es crucial que se haga de forma regular y adecuada, teniendo en cuenta el estado de salud y la edad de cada perro.
Por otro lado, a medida que su pastor alemán crece, la claridad de su dieta es crítica. Para ello, debe proporcionarse una dieta balanceada con la cantidad adecuada de proteínas, grasas, carbohidratos, vitaminas y minerales.
Según detallan los veterinarios, la variedad del pastor alemán gigante es particularmente propensa a la displasia de cadera, por lo que la elección de alimentos de alta calidad, que promueven la salud de las articulaciones, puede ayudar a prevenir este problema.
Por último, otra de las claves para lograr una vida saludable y en armonía con esta raza es el mantenimiento adecuado de su pelaje.
El pastor alemán es sin duda uno de los perros más majestuosos por su pelaje y tamaño. Sin embargo, mantener el pelaje de esta raza, ya sea un cachorro o cualquiera de las variaciones existentes, requiere una dedicación particular.
La crianza de estos animales implica cepillarlo al menos dos o tres veces por semana para mantener su pelaje limpio y saludable, promoviendo el brillo y disminuyendo la cantidad de pelo que cae normalmente.
Así, tal y como hemos comentado con anterioridad, queda claro que para mantener su esplendor el precio va más allá del dinero. Esta raza involucra tiempo, esfuerzo y un compromiso sincero para dar a estos perros una vida plena, llena de amor y cuidado, a la altura de la que ellos se esfuerzan por dar.
