Reconocer la enfermedad de Parkinson puede no resultar sencillo en su etapa inicial. No es algo nuevo en medicina, ya que ocurre lo mismo con otras muchas enfermedades, algo que genera muchas dudas en la sociedad.
Sin embargo, del mismo modo que pasa con el cáncer y otras muchas patologías, el diagnóstico precoz ayuda muchísimo a médicos y, por consiguiente, a los pacientes (en su calidad de vida) que padecen Parkinson. Y para que esto sea posible, es esencial saber cuáles son los primeros síntomas de la enfermedad.
La Parkinson’s Foundation es una de las fuentes de referencia a nivel internacional sobre esta patología. Explican desde la fundación que “esta enfermedad se caracteriza por la falta de producción de una sustancia química en el cerebro llamada dopamina, la cual es responsable de ayudar a los movimientos del cuerpo y de regular el estado de ánimo de una persona”.
Por ello, los primeros síntomas suelen estar relacionados con cuestiones físicas que posteriormente empeoran porque el Parkinson es progresiva.

10 síntomas propios del Parkinson
En concreto, la Parkinson’s Foundation concreta diez síntomas que son relativamente habituales en la etapa inicial del Parkinson. “Ninguno de estos signos o síntomas por separado deben preocuparlo, sin embargo, si usted tiene más de uno, usted debe consultar con su médico sobre la enfermedad de Parkinson”, recalcan al respecto.
- Temblor: la fundación apunta al temblor en dedos, manos, mentón, labios o piernas (al sentarnos o relajarnos) como un primer posible síntoma del Parkinson. “Los temblores o contracciones en las extremidades son síntomas tempranos y comunes de la enfermedad de Parkinson”, asegura.
- Caligrafía: un segundo síntoma es que la letra se vuelva más pequeña al escribir. Esto puede ocurrir por muchos motivos, pero si se ha producido de manera “radical y repentino en la forma o el tamaño”, puede deberse a la enfermedad de Parkinson en un estadio inicial.

- Pérdida del Olfato: otro síntoma temprano del Parkinson son los problemas de olfato. No solo si se ha perdido por completo el mismo, sino si hay problemas para oler alimentos como “los plátanos, pepinillos en vinagre, o canela”, cita la fundación. “El sentido del olfato puede cambiar si usted tiene un resfriado o gripe o si su nariz esta congestionada. Sin embargo, los olores deben regresar una vez que usted se mejore de dicho resfriado o congestión”, añade.
- Dificultades al dormir: no tanto sobre cuánto tiempo tardas en dormirte, sino sobre cómo te comportas durante el sueño. La Parkinson’s Foundation habla, por ejemplo, de patear y dar muchos puñetazos en la cama cuando estamos profundamente dormidos, o de caerse mucho de la cama cuando antes no ocurría. “Los movimientos repentinos durante el sueño profundo pueden ser signos tempranos de la enfermedad de Parkinson”, señalan desde la fundación.
- Dificultad para caminar: o para moverse en general; la rigidez excesiva en cuerpo y extremidades está relacionada con el Parkinson. Según la fundación, “si usted nota que sus brazos no se mueven al caminar, si siente que sus pies se "pegan" al piso, si hay dolor en la cadera u hombros, o si la gente comenta que usted se ve tieso”, sería bueno consultar al especialista. Siempre y cuando no haya otros motivos que expliquen esta rigidez.
- Estreñimiento: si de repente aparecen síntomas propios del estreñimiento y no es achacable a la dieta o a un medicamento, puede estar relacionado con el Parkinson si otros síntomas tempranos también han aparecido.
- Voz baja: si la voz no vuelve al tono habitual después de estar ronco o de haber perdido volumen de la misma, puede ser otro síntoma propio de la enfermedad de Parkinson. “Alguna veces usted puede pensar que las personas a su alrededor se están volviendo sordas cuando realmente es su voz la que está cambiando”, aseguran desde la fundación.

- Cambio de la expresión facial: la rigidez a la vez no aparece primero en el cuerpo o extremidades, sino que lo hace en la cara. Lo que provoca es una falta de expresión facial, como si lleváramos puesta una máscara, comparan desde la Parkinson’s Foundation.
- Mareos y desmayos: también pueden ser síntoma compatible con el Parkinson debido a que la presión arterial baja que los produce tenga que ver con la enfermedad.
- Encorvamiento de la espalda: el décimo síntoma temprano del Parkinson que la fundación cita es el encorvamiento de la espalda cuando nos ponemos de pie. Eso sí, un encorvamiento que no se deba a alguna molestia física, lesión anterior o a alguna enfermedad de los huesos, por ejemplo.